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After en la Mansión Mann el 3 de junio de 1908


Texto tomado de Fiestas que cambiaron la Historia de la Humanidad, v. XII: El siglo XX, "After en la Mansión Mann el 3 de junio de 1908"



La fiesta fue ofrecida por los hermanos Mann para recibir a su dealer que venía de visita desde Viena con un par de kilos de cocaína, un sujeto con una pinta de doctor que si no lo conoces te la crees, llamado Sigmund Freud.



Los hermanos pusieron a sus criados a conseguir trago de todo tipo, incluso absynthe y se trajeron unas hembras del Moulin Rouge... la noche iba a ser apoteosica, parecía inmejorable, pero Fritz Lang llegó con toda la farándula y una bolsa llena de juguetes para inyectar.



Algo que muchas personas no recuerdan, pero que aquellas que no estaban tan intoxicadas ni tan fritas nos contaron para este libro es que esa noche un parcerito llamado Adolf Hitler no pudo pasar de la puerta.



La cosa es que Henry no quería que entrara. No es que le tuviera rabia ni nada, pero es que el pirobo ese daba dolor de cabeza con sólo verlo; se la pasaba interrumpiendo las fiestas para poner vinilos de Wagner pasados de moda y creía que subir y bajar el brazo derecho era un paso de baile. Tenía incluso el pelo engrasado para un costado.

Así que cuando llegó el parcerito a la mansión con sus vinilos bajo el brazo y estrenando bigote yankee, Henry voló a la entrada y le hizo señas al bouncer, con quien se parqueó a la entrada.



Con tal de sacárselo de encima, Henry le dijo que la fiesta era sólo para judíos, que él querría dejarlo entrar pero que no se podía, que qué pena, pero después su hermano se molestaba, que en otra ocasión será, vete a dormir. Y Adolf le dijo que fresco que él era judío y Henry lo paró en seco diciendo: "Nosotros decidimos quién es judío y quién no."



El tipito se le emberracó pero no armó tropel porque el bouncer era un mono como de dos metros y medio. Lo que si dijo fue que él no era el único que podía conseguir guardaespaldas arios, que la cosa no se iba a quedar así, que se cuide si me lo encuentro en un callejón oscuro y toda la amenaza.



Pero sin importar las consecuencias, este after fue todo un éxito.

Texto agregado el 12-07-2007, y leído por 116 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
07-01-2008 jajajajja... tremendo cuentito!! me he reído muchísimooooo maritamontesverdes
23-07-2007 muy bueno, sólo me faltó que el portero le pegara una buena paliza, sí, definitivamente un pokito d gore no le vendría mal a la fiesta :D vihima
 
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