Saludé con los ojos y el viento dentro de tu cuerpo,
bésame con la ausencia de extrañarte eternamente,
noche a noche sin pensar,
noche a noche sin vivir,
ausencia serena que se envuelve en besos adormecidos y cálidos de ternura.

En instantes se me viene tu olor a mi piel
mientras mis ojos recuerdan tu sonrisa serena
y tus brazos acogedores de pasión,
recuerdo tu nombre confundiéndolo con otro que no quiero que me pertenezca
y que constantemente emerge en la oscuridad sin llamarle.

Los labios son solo momentos,
tus besos son solo segundos muertos
y yo envuelta en un mar de viento
sin poder buscar un rumbo y verte otra vez.

Hay veces que desearía que otra vez fuera marzo
para abrigarme en ti,
desearía otra vez que fuera marzo para luchar por ti
cuando debí hacerlo.

Las situaciones del mundo a veces son simples retratos hablados de sueños,
las imágenes a veces son simples,
a veces complejas,
tocarte puede ser un símbolo o un desastre natural.
Depende del tiempo.

Imágenes muertas se rememoran con el reloj cada día,
en una canción me diste tu nombre,
y tu cuerpo me lo entregaste en una noche de encuentro viajero,
tenemos una bitácora donde se señalan las caricias y los secretos,
los paseos al teatro y los bailes esquizofrénicos
que dimos por noches llenas de frio y lluvia.

Hay veces como hoy que es hermoso recordar,
simplemente aquellos recuerdos que te dan paz
y te hacen vivir feliz.

Tus labios aun están en los mios
y con ese detalle me quedo hoy.

Bayerly ®