Un bohemio,
una vela,
un cigarrillo que se consume en cenizas,
no es un privilegio la Luna.
Una calle,
un auto,
una luz que parpadea constantemente,
no es una rutina la ciudad.
Una noche,
un árbol detenido en el tiempo,
un recuerdo,
no es preciosa la nostalgia.
Una ola,
una música que baila,
una serenidad,
no es triste llorar.
Una huella,
una mirada,
un atardecer,
no es irreverente el amor.
Una vida,
un anhelo,
un suspiro,
no es efímera nuestra existencia.
Hoy solo soy un niño más |