El reloj ya marcaba el paso,
seguido de unos truenos
avanzo la niebla; cubriéndonos
de esperanza y moral.
Era todo en lucha interna
y el tiempo llego a su final.
Se descansa en los solares
abandonados por sus dueños
abandonados aquí; todos
La guerra que estamos llevando
se impulsa con nuestros hombros
se limpia su sangre; con la nuestra,
la guerra esta matando todo.
Llevo horas de sudor de asoleado
mis hermanos ya marchan al unísono
los atabales de guerreros ritman
los muertos de ambos lados caídos.
Es la muerte la que guía nuestros pasos
es la sangre derramada la que aliento da
es la vida que estamos presentando
al Altísimo Dios, para que nos bendiga.
Texto agregado el 09-07-2007, y leído por 101
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