Regresar al mundanal ruido solo me ponía depresivo….la familia, la realidad, frustraban esas ganas de evaporar mi mundo y convertirme en una gran nube que transita por donde quiera…no…no me gustaba esa sensación….
Ya terminaba el primer ciclo semestral casi y había que avaluar nuestro desempeño….solo me faltaba lograr una buena calificación en aquella área y daría por completado mi ciclo evolutivo anual...pero lo lograría?
La tía Pamela , que por años conocieran los niños como la tía del furgón….se veía triste, solitaria…desganada….
Aquella tarde, luego de reprocharme las últimas metodologías utilizadas con los chicos, salí del establecimiento y caminé por varias cuadras….necesitaba relajar mi cuerpo, mi pensamiento ya a esas alturas complicado, mezclado con la frialdad del espacio que me tocaba vivir a diario, y la soledad que me acompañaba….solo quería evadirme de responsabilidades….
Saco aquella aguja que por tanto tiempo guardaba y luego de cerciorarse de alguna mirada indiscreta, lo prendió. Un placer infinito rodeó ese entorno clásico de la tarde….el ruido y la contaminación hacía que nadie se percatarà que muy cerca un individuo correcto aspiraba un alucinógeno para poder regresar a su realidad…
Por momentos la tristeza lo embargò, recordando cuanto había perdido por su falta de compromiso…
El camino a casa era largo, sin embargo no esperó la locomoción de costumbre y prefirió caminar…eran ya cerca de las 7 de la tarde, y una briza templada y agradable acompañaba su recorrido, cuando siente una bocina insistentemente….miró sin percatarse de quién era y siguió su tranco, mientras esta siguió su insistente pop..piiiiiiiip!!!!!...
Tiòoooooooooooo…..una voz fuerte y de carácter se asomaba por su oído….dio vueltas y se percató que la tía Pamela lo llamaba…sabía que era una de las transportistas más antiguas del liceo, y su relación nunca pasó más allá de un buenos días…
Se detuvo y esperó que Pamela avanzara….había escuchado que esa mujer de largas piernas y trasero bien pronunciado, estaba ya por terminar la carrera de pedagogía, que con mucho esfuerzo había logrado estudiar de noche mientras acarreaba niños durante el día.
La mujer se acercó con un poco de timidez, ya que la situación no era muy común, y con mucho desplante logró hacer que la conversación tomara un sentido cálido….necesito que me ayude….dijo…
No se si sabe que estoy terminando mi carrera y necesito una opinión acertada sobre mi tesis….la verdad es que no me había atrevido a acercarme y preguntarle si podía ayudarme, pero al verlo caminar solo, lo hice y aquí estoy….puede?....
La reacción fue sorpresiva, ya que luego de fumarse aquella pequeña colita de un pito de mariguana, los efectos eran mínimos….claro!!!!...que necesitas!!!!... respondió…
Me da lata pedirle esto pero la verdad es que necesito una opinión sobre mi investigación….y la opinión suya me ayudaría a darme cuenta si voy bien o mal en lo que hago, me ayuda?.....
Por un momento lo pensó, el cansancio ya lo derrotaba, pero un gesto amable no costaba mucho….dime que hacemos….dijo al instante…
Por el momento suba y le invito una rica once, a cambio de sus consejos profesionales, le parece?..... Ok…subió al furgón escolar que a esa hora ya estaba desocupado, pero con un olor a colegio que no se diferenciaba a una sala de clases…. Ok, vamos entonces….
El trayecto no duró más de diez minutos y un gran portón se abrió al momento de tocar la bocina….estacionó el vehículo y rápidamente se bajó a abrirle la puerta al profesor….
Bueno…esta es mi casa….espero se sienta cómodo…. Gracias, contesto bajando del furgón….
Entraron a una habitación modesta, pero muy acogedora…un gato que los recibió al llegar y un rico olor a queque recién horneado.
Siéntese, de inmediato le cuento de que se trata esto….
Mientras se acomodaba, en un sillón algo estropeado, un recuerdo de antaño vino a su memoria…recordó sus inicios como educador…su gran motivación y vocación por el servicio lo llevaron a pasar largos períodos de carencias….tanto afectivas como económicas….valía la pena tanto sacrificio?...
Terminaba ya de ordenar estas ideas cuando Pamela aparece por la puerta con una bandeja…
Le molesta que tomemos once aquí?....la verdad es que mi casa es muy pequeña y no tengo mesa!!!!....no te preocupes, le dijo ya tuteándola….a lo que ella aceptó con una sonrisa…
Se sentaron cerca de la estufa a parafina que con una combustión completa y una bella llama azul hacía que la casa se llenara de un olor confortable…a hogar, como hace tiempo no lo percibía.
Por momentos, mientras aclaraban y discutían metodologías hablando un idioma común, sentía que aquella imagen que siempre tuvo de la “Tía Pamela” ya no era tal…
Tal vez su contacto visual, nunca llegó a completarse, tal vez necesitaba un estímulo diferente para hacerlo…tal vez, ese era el momento y la persona….no sabía, que le pasaba.
Por otro lado Pamela, lo miraba diferente…algo hacía pensar que un café podía terminar en sexo…pero ambos eran correctos, respetuosos, tímidos……..
Pasaron las horas y no se presentaron cambios en la situación….ambos muy sumergidos en el propósito de la visita, no trepidaron hasta dar término a esa actividad, y por momentos se sintió un aire espeso, lleno de ansiedad, de búsqueda. Sin embargo ninguno tuvo la capacidad de enfrentar este torbellino de sensaciones mutuas, quedando un silencio profundo en cada una de las miradas y roces que se intercambiaban por lapsos de tiempo.
El espacio de tiempo, parecía eterno…los días y las horas no cambiaban, solo se estancaba , el tiempo se detenía…y con el, muchos proyectos…que estaba pasando?.
Capítulo II
Llegó el mes màs bello del año….septiembre….mes de festejos nacionales, de competencias campesinas, de tradiciones.
El liceo se vistió de guirnaldas, sus alumnos parecían renacer al contacto con la primavera, se nos venía todo muy rápido, y una gran vitalidad embargaba siempre esas fechas.
Ya habían pasado varios meses desde aquel encuentro con Pamela, pero no pasó más allá de algunos saludos durante el ir y venir del furgón diariamente, no había existido la instancia nuevamente de intercambiar opiniones, ni planteamientos, ni un café que acompañara una agradable conversación.
Inconscientemente una necesidad hacía que durante la jornada mirara hacia el estacionamiento…pensaba en ese furgón amarillo…miraba el reloj, que pasaba con el?
El toque de timbre marcaba el término de otro día laboral, José Miguel demoraba en bajar de la sala, por fin se puso en marcha cuando un improvisado….Buenos días!!!!!….sintió que por sobre su hombro una voz decía…dio vueltas y se encontró con el agradable rostro de Pamela, que por primera vez observaba detenidamente….Hola!!!!!...respondió con rapidez, como te ha ido dijo al instante …mientras una sutil y coqueta sonrisa afloró de su rostro….
Bien gracias….se puede decir que ya estoy al otro lado…solo me queda un poco de camino para decir que somos colegas legalmente…..jajajajajaj…rió…
A lo que José miguel rápidamente atinó a decir…..Entonces…. una celebración sería una forma de comenzar bien esta nueva etapa, ....te invito un café, pero esta vez yo seré tu anfitrión…te parece?.... y con un gesto de aprobación instantáneo inclinó la cabeza en son de aprobación.
Eran ya cerca de las 6 de la tarde, y una briza deliciosa embargaba todo el lugar….se respiraba primavera, los arboles de la plazuela, se vestían de flores, el césped tomaba un color verde intenso y sus bancos se llenaban de estudiantes, enamorados, niños, y abuelos que deseaban disfrutar este clima tan noble.
Al salir del establecimiento José Miguel observa que Pamela lo espera al otro lado de la calle…vestía ropa casual, pero una aurea angelical la rodeaba….
Era una mujer muy llamativa, y le sacaba partido a su esbeltez. Unos jeans ajustados, botas vaqueras y una camisa de mezclilla desteñida sobre una palera blanca y un cinturón de gran hebilla con la imagen del che Guevara, hacían que su presencia no pasara inadvertida. Los chicos del liceo notaron su cambio de look y muchas miradas cayeron sobre su persona, relacionando aquel cambio a ese encuentro que parecía inminente….mmmmmm….tía Pamela….una cita?...a medida que los chicos se despedían…pero ella muy digna esperaba.
Cruzó la calle y en un gesto sorpresivo, la tomó de la mano poniéndose rápidamente en marcha para evitar miradas y comentarios entre los alumnos que frecuentemente se quedaban en la plaza luego de la jornada escolar….
Que pasa? Pregunto, es que te sientes incómodo que te vean conmigo?...no, no es eso…pero hay que mantener la privacidad…los chicos son molestosos, y es preferible no darles motivos para sus comentarios ni suposiciones, no crees?...ok, lo entiendo, no te preocupes…
Caminaron cómplices por largo rato…la tarde tenía olor a violetas, las palabras estaban de más en esos momentos, ambos sentían una gran atracción adolescente, pero se resistían a demostrar lo que necesitaban….por momentos se rosaban las manos al caminar, hasta que al doblar la esquina un paso delante de Pamela, hace que se detenga, la toma por delante, la abraza y sintiendo una respuesta afirmativa a su intensión, posa suavemente su boca sobre la de ella, transmitiendo toda aquella necesidad de contacto en un beso profundo y sin límites.
Sus lenguas se mezclaron como dos serpientes, se enlazaron de tal magnífica forma y sentido que ambos sabían que eso no terminaría así….
El rumbo era indeterminado…estaban cerca de muchos lugares, pero ambos sentían la necesidad de estar solos…apartados del mundo y de miradas…la excusa del café ya estaba aclarada y por momentos una sutil sonrisa afloraba en sus bocas, al recordar aquella invitación a celebrar….sabían que esa disculpa sería la clave para volver a verse, sin embargo los dos participaban de aquella situación, haciéndose cómplices de algo que ambos compartían pero que ocultaban desde aquel día.
Tomaron la calle ancha, rumbo al lugar en que muchas veces observaron que la gente sonreía cuando veían los autos salir…era un lugar bello, rodeado de infinidad de vegetación, con un gran letrero luminoso señalando un número. Estaba en las faldas del cerro y a la bajada de una de las universidades más emblemáticas del país…
Con un tanto de timidez, se dirigieron a la entrada, y un citòfono les habla una vez que se abren la amplias puertas……que habitaciones tiene?...la pregunta de rigor, mientras Pamela en un gesto notoriamente incómodo, se retira unos metros encendiendo un cigarrillo….fumas?, pregunto José Miguel, con un gesto de asombro….solo cuando estoy nerviosa….lo siento.
Nuevamente una tremenda ternura embargo el momento, y tomándole la mano se dirigen hacia el lugar que se les indica.
Abriendo la puerta suavemente, se encuentran con una habitación, que entre espejos y luces tenues logran el espacio ideal para disfrutar estar juntos. La revolución de hormonas de esos momentos hicieron que nada quedase en su lugar y como si hubiesen estado amarrados van soltando todos aquellos instintos que la naturaleza ha otorgado, transformando todas aquellas expresiones en un torbellino de caricias desenfrenadas. Expuestas al tormento de la privación, del celibato forzado…del querer gritar, y no poder. Todo aquello se desbordó en grandes contorciones, y muy pronto ya desprovistos de ropa y solo empapados en sudor, lograron la plenitud del encuentro.
Manos sudorosas y ansiosas, dedos temerosos y osados, bocas jugosas y entregadas al placer de sexos deseosos de ser probados…ambos necesitaban pertenecerse, sentir ese intercambio de fluidos, orgasmos y contracciones extremas….
Las horas pasaron con la rapidez del amor robado…sin presagiar cuanto había quedado en ese encuentro…nada los detenía, nada los ataba ni separaba…solo sabían que mientras se sintieran así, todo estaba bien…no existía el tiempo ni el espacio…solo el deseo del deseo.