Historia fantástica, que surgió desde una conversación, gracias a unas copas de más, donde no se si son sueños, o si es algún tipo de vaivén entre el sueño y la realidad, sueños que se convierten en anécdotas como si las hubiera vivido, pero como sonaría

–uf anoche llegue a mi casa y una leona no me dejaba entrar- ó
-cuando se me cayeron las llaves un elefante rosa me ofreció una cerveza, como para pasar la caña uf- que noche!!!!

Todo comenzó con una vuelta en el barrio, paseando por las angostas y mal distribuidas calles de mi pueblo, donde tratan de imitar cualquier cosa, hasta tendrá un casino muy pronto…, ciudad donde hasta los monos tienen pinta de profesores de historia, pero a esa hora de la madrugada cuando el cielo se transforma en un mar de estrellas y te puedes tele-transportar a cualquier lado, ó cuando me saco los anteojos y puedo ver las luces como soles o como si estuviera borracho UPS –un detalle si estuve borracho-

En fin en los locales por los cuales paramos, donde hubo gente pluralista, conversaciones divertidas, pero ideas que se defendían a punta de cuchillo, bueno no paramos mucho, no recuerdo si iba solo o acompañado, lo que si se es que mi sombra iba de guardaespaldas, y mi cuerpo de testigo. Aquella noche me moví con rapidez sigilosa, tomaba los vasos con fuerza, y arrojo, hacia cada canción propia, o la compartía con un cigarrillo, no siempre fue así, antes no caminaba tanto, en fin… todas las vueltas por el barrio, terminaban la noche con algo para el voraz apetito, siempre, y sin ganas de cocinar a esa hora, no porque no me guste cocinar, sino porque a esa hora era imposible tratar de comer algo que estuviera cocido cocinado por mi, termine la noche en un local, que no tenia pinta de comida, habían completos, no me quejo eran como si los hubieran hecho en el mejor restaurante, bueno gracias a estos placeres mi salud es inestable, pero va mejorando porque peor no se puede. Llegue a mi casa, la cama estaba desordenada, pase al baño, me mire al espejo y vi una cara sin vida, que parecía sacada de una película de zombis, blanca, fría, ojerosa...me tendí en la cama con zapatos, pensé que ya no iba a tener aquellos sueños donde un niño quiere ser un superhéroe, donde ante el mas silencioso ruido, abría la ventana como si pudiera volar y me sentía como alguien que no podía morir, ni dañarse, la vida se dio el trabajo de demostrar que en la vida los superhéroes son mas humanos de lo que creemos, desde cosas básicas como ir al baño o perder el cabello a sentirse como que deben utilizar el poder para el bien, pero a ellos nadie les hablo acerca de los enemigos, o acerca de no saber si eres tu o el alter ego, en fin ya no soñaría acerca de eso, prefiero seguir con lo de los zombis, donde los muertos se levantan y toman las armas para revelarse a los enterradores, o alguna venganza inconclusa, a veces cuando la mente no esta tan despierta me gusta tratar de guiar los sueños, o pensar mucho en algo para continuar desde ahí, bueno he tenido un sueño estos días, que no es muy cómodo, y como no me sentía cómodo continuare desde ahí, cierro los ojos me siento incomodo, apretado, trato de pensar en cuanto me molestan los zapatos, el cinturón, la chaqueta que a ratos me sofoca, bueno en este caso empezaría no con zombis ni superhéroes sino con personas de carne y hueso normales a la vista, felices, besándose, donde la felicidad esta garantizada, desde una agobiante jornada laboral, hasta casa con cercas blancas con un columpio en un sauce, en fin me dio mucho miedo, era como estar en una cabina hermética donde todos son perfectos-que asco. Ya era demasiado tarde para cambiar de sueño, tenia que despertar…este es mi sueño, puede acabar cuando yo quiera pensé.
Así fue, ya no tenia ganas de dormir, así que lo único que quedaba era apretar los ojos tan fuerte que veía colores divertidos en la oscuridad, formas extrañas que hacían retroceder mi mente y no pensar en nada, ahí me quede dormido, desperté bien, pero no recuerdo que soñé.