Fueron tres noches, no consecutivas pero muy cercana la una de la otra, en las k no pude dormir, no era insomnio ni a causa de la cafeína...

Me veía obligada a levantarme de mi cama, caminar entre la luz de las velas. Mire mi rostro en el espejo y vi como era víctima del tiempo, kisas se reía de mi, kisas la felicidad reflejada era mi premio.

Retrocedí mis pasos y al cruzar la puerta me tuve k detener, pues en mi cama se encontraba la razón de mi desvelo. Un cuerpo joven y escultural tendido sobre las sabanas, adornaba perfecta y descaradamente toda la habitación.

Ahí, desnudo y satisfecho descansaba despues de librar tan deliciosa batalla. Era imposible no admirar la belleza corporal de la cual alardeaba.

Sus ojos impacientes por lograr su cometido.

Sus labios k recorrieron cada centímetro de mi piel y se perdían en los mios provocando el deseo.

Sus manos k exploraron mis terrenos.

Esa nariz perfecta k platicaba junto a la mía, respiros jadeantes de placer y su piel morena k hacia mía, por lo menos unas horas.

Como no detenerse a recapitular? si kisas mis ojos no se deleitaran más con su belleza y mi piel no se satisfacerá con la suya más k en el recuerdo.

Como no tatuar las imagenes en mi mente? de algo k no volverá a pasar.

Fue el mas bello trofeo de algo k no costo mucho pero kedará en mí por mucho tiempo.

Esas noches fueron completas, no pediria más ni menos. Fue el tiempo perfecto, el mejor cansancio, la persona ideal. La mejor bienvenida a tremenda despedida.

Lo mejor para ti. Eres un buen hombre, k le gusta lo prohibido.