Pedro iba caminando plácidamente por la calle de Alcalá.
Llevaba en una de sus manos, las páginas de un diario.
En una de dichas páginas había marcado un circulo.
Pedro estaba pendiente de un trabajo.
Hacía tiempo, que había perdido su empleo en una de las mejores compañías afincadas en Madrid.
Aquella compañia por un lado, había hecho re-estructuración de presupuesto.
Por el otro, los accionistas querían superar el record de ganancias, con respecto a los resultados del ejercicio del año anterior.
Resultado: quinientos empleados despedidos, entre los cuales se encontraba Pedro.
Llegado a la altura del parque del Buen Retiro, entró en el mismo.
Según iba avanzando, los kioskos de bebidas iban haciéndole desear un refresco.
Se acercó a uno de ellos y pidió una Cola.
Después, puso rumbo en dirección al estanque donde se alquilaban las barcas.
Pedro, quería remar un poco, necesitaba despejarse de la presión que en su cerebro se había concentrado, a causa de no encontrar trabajo.
Al mismo tiempo, tenía la proximidad de la finalización de la renovación del subsidio de desempleo.
Pedro se encontraba desesperado. Su familia le había ayudado a sufragar los gastos de la hipoteca y de los plazos que aún le quedaban por pagar del coche.
¿ Pero cuánto tiempo seguirían ayudándole a pagar todo eso ?. Si no encontraba un trabajo pronto, el banco le quitaría la casa y el coche por el impago de los mismos.
Llegó hasta la caseta dónde se alquilaban las barcas. Pedro pagó una hora y se dirigió a la zona del estanque dónde se accedía a las mismas.
Se subió a la primera barca disponible y comenzó a separase de la orilla, apoyándose en ésta con uno de los remos.
Después cogió ambos y empezó su viaje de libertad por el estanque.
Poco a poco se fué situando en el centro del mismo.
Una vez allí, sacó los remos del agua, deteniéndose un momento a observar lo que había a su alrededor desde aquella posición.
Se encontraba en medio de todo mirando lo que le rodeaba, se sentía al mismo tiempo importante e infeliz.
De pronto vió una barca que se acercaba a la suya.
La barca iba de lleno hacía la misma. Quién la manejaba, no se había percatado que la barca de Pedro, estaba en su trayectoria.
Pedro, cogiendo los remos empezó a moverse con rapidez, tratando de salir de la ruta que aquella barca llevaba.
La barca pasó rozando a la de Pedro por milimetros, éste estaba asustado mirando el poco espacio que distaba entre ambas y la velocidad a la que iba la misma.
Cuando se quiso dar cuenta, la persona que iba remando, le hizo señas de que se quitara de enmedio.
"Quitese de ahí hombre, ¿ no ve que está molestando a los demás ?".
Pedro se le quedó mirando y contestó: " ¿ molestando ?, Yó estaba en el centro del estanque tranquilo. Usted se me hechó encima".
"Está dormido, reme y aléjese de ahí ó alguien tendrá un accidente por su culpa".
"hmmm, aquí no le dejan disfrutar a uno de nada". Contestó Pedro con la cabeza baja, mientras comenzaba a remar en dirección contraria a la de aquella barca.
Se situó lejos del centro y subió los remos de nuevo.
Se tumbó a lo largo de su embarcación y cerrando los ojos, se fué durmiendo bajo el dulce calor de los rayos del sol.
El tiempo empezó a pasar, todas las barcas comenzaron a llegar a la orilla, menos la de Pedro.
El hombre que conducía la barca que casi colisiona con la suya, empezó a mirar ...
"¿ Dónde estará ese idiota ?, Seguro que el muy estúpido, se ha dormido y todo ..." dijo cuando localizó la única barca que quedaba todavía en el estanque.
Se acercó con rapidez hasta la barca de Pedro. Se lo encontró durmiendo como un tronco.
El hombre cogió uno de los remos y empezó a mover a Pedro con el mismo.
Pedro se despertó de sopetón y se puso de pie sobre la barca. No se acordaba de dónde estaba en verdad. Empezó a perder el equilibrio.
"No se mueva ó volcará. Hay que ser bobo realmente para quedarse dormido en el estanque".
"Lo siento, Yó me encontraba tan agusto, que me dormí sin querer ..."
"Hmm, venga, coja los remos y empieze a moverse hacía la orilla, su tiempo se agotó hace unos minutos escasos".
Pedro, obedeció y puso rumbo trás la barca de aquél ...
Cuando llegaron a la orilla, Pedro se bajó de su embarcación y se quedó mirando al hombre.
Éste le observó y le dijo: "Usted parece estar demasiado despitado amigo, casi me lo llevo por delante antes, después me lo encuentro dormido, ¿ Se encuentra bien ?".
Pedro, explicó al hombre los problemas que tenía de trabajo y de por qué se encontraba hoy en el estanque.
El hombre le entregó una tarjeta de visita y le dijo: "Venga mañana a verme a mi oficina. Tengo un puesto que puede interesarle ..."
Pedro dijo: "Muchas Gracias, siento mucho todo lo que ha pasado, he debido de parecerle un idiota en el estanque". Dijo mientras se guardaba la tarjeta en el bolsillo de su camisa.
"Ahora qué sé la razón, me parece más que lógico, aúnque un poco imprudente por su parte. Debió de tener más cuidado cuando se situó en linea recta al embarcadero".
"Si, gracias por el aviso, tiene razón", contestó sonriendo Pedro.
"Bien, lo mejor que puede hacer ahora, es irse a casa y descansar. No piense más en los problemas por hoy. Mañana, puede ser que comienze un nuevo día para usted lleno de esperanza". Diciendo esto, estrechó la mano de Pedro, giró y puso rumbo hacía una de las salidas del parque.
Pedro se quedó mirando y dijo: "Si no llego a venir hoy aquí, todavía estaría buscando un trabajo en el periódico. No creo en las casualidades, mi destino me trajó hasta aquí, porque me debía de encontrar con ese hombre".
Pedro, comenzó a caminar rumbo a su casa. Descansaría tranquilo durante el día de hoy. Un día en el que el destino le hizo jugar una entrevista que nunca hubiera imaginado.

PD: Cada día es una oportunidad ... cada minuto una esperanza ... cada segundo el gramo de tiempo para que la esperanza llegue a ser oportunidad.

Escrito por Carlos Them

© Copyright Carlos Them 2007. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved.