BAR EL UNIVERSO
En ese momento pude predecir todo, como si en un instante hubiera podido espiar todo el universo de este lugar, y ver cada uno de sus movimientos, agazapados, esperando su lugar en la escena.
Por eso no me sorprendí, no es porque no me duela, solo lo sabía, (tampoco es muy difícil predecir tus actos), pero en ese momento pude saber todo, minutos antes, no solo tus palabras, también las del mozo, el que aborrece su trabajo, su jefe, su mujer, pero que se acostumbro a la facilidad de la resignación. A la pareja de la mesa de la izquierda, ella llorando porque esta embarazada, él llorando porque ella esta embarazada, los dos odiándose, porque están lastimando sin saber a una futura vida. El ejecutivo que entra al bar, mira a su alrededor, suplicando encontrar a su amante, y rogando no encontrar a su esposa, o peor aún, a una amiga de su esposa, o lo mas triste, no encontrar a nadie, ni a él mismo.
Todo era sabido, necesario, obligado, todos los actos estaban relacionados, quizás, si no hubieras quedado en encontrarte aquí conmigo, a la chica le hubiera dado negativo el test, el mozo hubiera renunciado y el ejecutivo reflexionado, pero así no son las cosas, ¿no? Siempre dijiste que no entendías mis formas, pero a mi desde chico me ha apasionado observar, descubrir que es lo que pasa en cada una de esas historias, porque sin querer somos parte de ella, una historia dentro de otra, formando un gran rompecabezas. Tranquilamente en otro tiempo, me hubiera tocado ser el ejecutivo, el mozo, el joven padre, todos pasamos por las mismas situaciones, en circulo y sin opciones. Pero vos insistís en que te preste atención, en que lo que me estas diciendo es el final, (es gracioso escuchar de vos esa palabra) final, tu principio siempre fue un final, es una lastima, saber de tanta gente, que como vos, pasa, y pasa, sin observar, sin preguntar, solo pasa, final, siempre buscando finales, sin entender los principios.
La chica extravagante, la que habla apresurada por teléfono, pegada a la barra, presiona sus palabras para que salgan con volumen, para que todos la escuchemos, y sepamos que se ha comprado un vestido de moda, pero, ¿en que vida ingresa la importancia de que sepamos el valor de comprarse un vestido de moda? Eso hemos hecho con ella, sin querer, le hicimos creer que lo bueno pasa por sus telas, todos somos parte.
Y ahora ya me estas gritando, también lo sabía, tu forma mas fácil de salir de un embrollo, es enojándote, para apiadarte de tu ego, y salir caminando a buscar alguna razón que te haga dormir tranquila esta noche.
No te culpo, es lógico, pero el hecho de escucharte me hace dar ganas de ser el mozo, o el ejecutivo, o lo mejor, esa silla, que esta brindando sus servicios a esa joven de mirada gris, ¿como no la había visto antes? Ella se había escapado de mis predicciones, ¿esto cambiaria todo?
No soporto más tus embates coléricos, rogaría que el ejecutivo te buscara a vos, que fueras la amante ardiente de ese hombre que no encuentra. Pero no, seguís ahí.
El universo estalla, el bar se enciende, en un instante nos conectamos todos.
El ejecutivo encuentra a su amante, que es la pobre joven embarazada, y le confiesa sus culpas al joven que aliviado vuelve a la vida, recoge el cartel que piden personal, y se acerca a la barra, en el mismo momento en que el mozo se despide descargando toda su furia con el encargado, que a su vez, observa como la señorita gritona del teléfono, se acerca hasta mi mesa, y dulcemente recoge la mano de la chica que me odia, y me mira, pero mi vista ya estaba acariciando la mirada gris, y dispuesto a olvidar que hace un momento jure no enamorarme mas, y todos estallamos. Como lo supuse, este bar, en este momento, es la maqueta de nuestro universo, (¿cuantos universos existirán?) con sus piezas, solo que algunas veces, solo por alentar a la utopía, las piezas están completamente desordenadas, en un orden extremadamente caótico, en el que se puede predecir, pero sin saber, que con anterioridad, ya son conocidos todos nuestros actos.
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