Sentía entre mis pies el suelo firme, donde millones de hojas habían dejado de existir, unas gotas de agua caían de la torrencial tempestad de la noche, algunas me acariciaban y otras simplemente llegaban al suelo.
El sol aumentaba y me llegaban sus rayos suavemente a la cara, caminaba al ritmo de las melodías de aves que sobrevolaban el lugar, ellas eran dueñas de ese magistral santuario de la naturaleza.
El olor ese olor a ese animal, se oían sus pasos, se me presentaban sus huellas, me hacia parar, suspirar, susurrar hasta en mis milésimos pensamientos como viajera.
Minutos después se presento enfrente mió, me miro y en segundos desapareció, se perdió entre los matorrales, escapando o quizás avisándome algo.
El rió en cada momento era mas fuerte y encontrarse con el nacimiento de un bosque me deslumbraba, mi corazón agitado, jadeante se paralizaba en instantes. Hay me encontraba nadie más, acompañada únicamente con mis pensamientos.
Escuchaba voces, pero no podía interiorizar su lenguaje,y en unos instantes escuche que teníamos que separarnos un minuto cada uno. observe e intente buscarlo, sola, y en un segundo tarde para darme cuenta que me había perdido entre el bosque .
El animal había desparecido de mis ojos¿A donde se dirigiría?
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