Bicondicional
En donde el Nazareno creció y se hizo dios, en ese lugar me toca vivir. Mi cabeza esta cargada de capítulos y versículos de la Biblia memorizados inútilmente, para ser alguien mejor. Cuanta ironía y soberbia en aquello, pretender vivir como Dios mismo. Devorar su esencia todos los domingos, para el lunes pasar por encima de un mendigo, y no atreverme a mirarlo a los ojos. Tanto esfuerzo para qué. Tanta iglesia, tanta institución y sin poder profesar mi fe. Casi como ahogada repito el credo de Nicea-constantinopla, exprimiendo a mas no poder lo poco de libertad que me ha sido dada, para reducirlo a la buena voluntad de un cura que perdone mis supuestos pecados, resabiándose en el confesionario, escrutando mis actos impuros, para luego mirarme y decirme “Hija, es solo falta de fe” y contarlo como anécdota en su proxima reunion con las “damas de la caridad”, si no fuese porque respeto a mi madre diría que tienen tan poco de damas como de piadosas. Ni el catecismo ni la Sagrada Biblia me enseñaron a vivir con un padre muerto y una madre depresiva, y los patriarcas profetizaron que iba a ser un desastre en el amor. A mi falta de religiosidad hay que sumarle mi pensamiento matemático-abstracto y años de miseria de la peor, la del silencio, la del oscuro de la noche, esa que te deja delirando y temblando en algún rincón. Ojala todo fuese tan facil de demostrar como con la inducción. Sin embargo debo reconocer cuando uno mas ignora, mas feliz es. Aquellos que ignoran las verdades que ya son revelaciones, aquellos que reducen su actuar a diez sentencias escritas hace mas de dos mil años, esos son felices. El que no pregunta no obtiene respuestas. El que sigue siempre a alguien no se va a perder.
Durante mucho tiempo crei que la religión era un bicondicional, un si y solo si, es que es cierto, en parte me formaron asi. Pero esta tarde entre un café y un cigarrillo me sorprendio una revelación magica y divina una frase que resumia a cuanta razon existia para creer; San Agustín y sus justificaciones estarian orgullosos de mi, pedi al mozo la lapicera la anote y la guarde en el bolsillo, caminaba por la calle con la solucion a los problemas del mundo en mi bolsillo. Eran demasiados los nervios, camine rapido a mi casa. Cuando llego mi madre estaba limpiando y ordenando todo, decidi darme una ducha para calmarme. Y creanme cuando les digo que realmente me apena mucho contarles esto, no es ironia lo que emana de mis poros, claro que no. No es que pretenda derrocar una firme y solida empresa como la que se fundo en el Nuevo Testamento. Pero entre obsesiones de una ama de casa catolica y una ex-creyente escribiendo no se para la iglesia que es peor. Por que de haber sido profeta o una iluminada de Dios en este momento la solucion del mundo no estaria girando en un tambor con agua y jabon.
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