Nunca dije adiós
A ese pequeño conocedor
De mis más recónditos frutos
Nunca dije adiós
A ese silencioso méndigo
De palabras sedientas de amor
Nunca me despedí
De la nobleza de sus palabras
Guardadas en libros clandestinos
Jamás tomé la pluma violácea
Que describiría el final
del cuento amargo de niños tristes
Pero él sabe que la puntuación
La puso mi cuerpo
sobre la planicie de sus recuerdos.
Texto agregado el 02-07-2007, y leído por 215
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Lectores Opinan
12-04-2008
Contundente decir, contundente actuar...decir plabras que se sobreentienden no hacen mas que agregar oscuridad a la sombra. Me gusta mucho el final. Mildemonios
06-03-2008
woooooww!!
me encanta como escribes...
saludos xoxoxo5*
sade_df
06-01-2008
Bellísimo.Que gusto encontrarte
Besitos y estrellas********
Victoria 6236013