Mírame diosa hecha mujer,
mírame con tus ojos ardientes y fulgurantes,
mírame que mis ojos están por ti incesantes
mira que tu brillo hace mi cuerpo estremecer.
No temas, no dudes al mirarme, no se,
quémame con tu fuego, hechízame,
dame de tu miel, de tu néctar, bésame,
hazlo rápido que me muero y te mueres, lo se.
Proyecta tu luz blanca, divina aun pálida
en las paredes grises y oscuras,
esclarece mi visión, muéstrame tus locuras,
inyéctame con tu aliento de brisa cálida.
Devuélveme mi amor en tus senos perdido,
Dame esa pasión que en tus ojos vertí
Con el sublime propósito de amarte, de amarte así,
Damelo todo, todo, todo menos el olvido
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