Sobre el folkclore





Escuchen atentamente
Lo que he venido a contarles.
Una historia aterradora
Basada en hechos reales.
Estaba yo el otro día
Donde pueden figurarse
En el baño de mi piso
Como siempre en mis romances
Estaba en esta ocasión
Afanado en prepararme
Para ir de romería
Al municipio de El Tanque
Unos pantalones negros,
Blanca camisa elegante,
Y en la cintura amarrada
Una bufanda granate.
De mago se va vestido
No se permiten disfraces
Cogí mi bota de vino
Y me tiré pa la calle.
Tras beber cuatro traguitos
De mi alcohólico brebaje
Llegué hasta la romería
Guiado por los timbales
El ruido de las carretas
Y cánticos populares.
Tras ocho tragos de vino
Me empezó a apretar el hambre
Al olor de las sardinas
El mojo y el bienmesabe
Y empecé a poner a prueba
Lo de Tenerife amable
Viendo si alguien tenía
Comida con que invitarme.
Pero no encontré ni un huevo
Del que poder apropiarme
Con doce tragos más de vino
Ya me volví más sociable
A todo el que me cruzaba
Le eructaba “Dios le guarde”
Me crucé con mucha gente
Que se acordó de mi madre
Y un grupo de japoneses
Que me sonaba de antes
Cuatro tragos más de vino
Para poder refrescarme
Y empecé a creer que todos
Querían asesinarme
O por lo menos querían
Que me muriera de hambre
Ya perdida la esperanza
De algo que poder tomarme
Me crucé con dos maguitas
De movimientos sensuales
Y me aproximé hacia ellas
Con exquisitos modales
Para poder de su mesa
Comida gorronearles
Una me mostraba un chocho
Que quería regalarme
Era un chocho apetecible,
Pero tuve que negarme
Porque no me gustan mucho
Y mi cabeza pensante
Quiso llevarme a un rincón
Para poder desahogarse
Que después de tanto vino
Era algo inevitable.
Tras evacuar la orina
Y jugar al elefante
Me salí de entre los coches
Para a la otra maga hablarle
El conejo que enseñaba
También era interesante
Lo tenía en salmorejo
Rodeado de guisantes
Más nunca pude catarlo
Porque una vaca salvaje
Cometió atropello y fuga
Sin volverse ni a mirarme
Mientras en el suelo, yo
De mierda empecé a mancharme
“Vergüenza me da esa gente
Que vienen a emborracharse
Sin respetar la creencia y
Tradición de nuestros padres”
Le gritaba a la enfermera
Que consiguió reanimarme
Por cierto, hablando de besos
Para acabar el romance
No estaría nada mal
Que alguien subiera a besarme
Vámonos de romería
¡Y que corra el Johnny Walker!