La vi una tarde de abril,
Era tan fuerte como el sol,
Sus labios, su sonrisa me mataban,
Y su inocencia me engañaba.
Su dorado cabello como el trigo,
Vestía un vestido, lucia esplendida,
Y caminaba lentamente por los prados,
Entre el cieno y las rosas la pude ver.
Eres fotografía de obsesiones,
Por tu tierna mirada llena de sonrisas,
A decir por tus añiles ojos,
Que son luz en medio de mi oscuridad.
No puedo resistirme a tu calor,
Es como un sueño del que no puedo salir,
Ya las horas se pasan
Y yo no puedo decir estoy enamorado.
Desde que vi esa mirada esplendida,
Las gotas de café corren por mi boca
Y el alcohol se vuelve un desertor,
De mis palabras, que en el viento se perderán.
No puedo estar aquí soportándolo,
Quiero entrar en tu existencia,
Ser quien abra las puertas al amor,
Y juntos poder volar entre las nubes.
¿Será otra noche mas de deseos?
Quizás estoy en un amoroso frenesí
Quiero levantarme de este sueño,
Y mi tesoro poder encontrar.
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