MI PC

Compañero de mis largas tardes.
Tú llenaste mis horas con zumbido de abejas,
y supiste llevarme por un mundo intricado
hasta el duro corazón de tus secretos.
Tú, mi buen amigo,
me ayudaste a encontrar el amor
en un mundo lejano,
y lo acercaste a mí.
Buceé en tus cajones hasta encontrar sorpresas,
me hiciste pasear por tus estancias,
te burlaste de mí cientos de veces,
perdiéndome en los fríos laberintos de tus calles,
cerrándome una puerta,
o guiñándome un chip en una esquina.
Cuando la soledad me atenazaba
convirtiendo mi estancia mi estancia en negrura de noche,
ventanas y ventanas abriste para mí.
Cuando el amor se fue, pura utopía de un corazón herido
me empujaste a correr por vericuetos,
la carretera inmensa que me lleva
a esconderme en un mundo de sellados armarios
o a perderme sin miedo en las antípodas.