Portal de Tiempo.


El azar de la vida vuela formando historia,
como la que adoptan las nubes al ser sopladas por el viento.
¡Que digo! ¿Azar?
¡No! El viento moldea las nubes,
pero el cielo entero, eso es otra cosa.

La vida nos muestra nombres,
seres que pasan y otros que quedan.
Somos nosotros quienes les damos vida.
¡No hay azar!
Decidimos sufrir o reír,
escuchar o ignorar,
despertar o dormir.

¿Con quién me encuentro esta vez?
Allá en otra pantalla parecida a la mía
hay universos que plasman en letras algo de sus propias vidas.
¿Cuán lejos están?
Ojos que miran al igual que yo
un vidrio inerte,
más la vida que habrá en él
brotará de sus propias esperanzas.

Alguien retrata su historia en un sitio invisible,
otro responde una caricia a la distancia,
y plasma un abrazo hecho de palabras.
Misterio del aire y del tiempo
en el que se esfuman los cuerpos
y se expresan energías virtuales.
En medio de las sombras de esta noche
sólo queda un único portal frente a mi: una ventana cibernética.