Otra vez tu pupila es el centro del mandala...
El agujero que juega y baila a ser siempre fuerza.
La imagen cosmica que fluctua en tu cuerpo como un mero espejismo se desvanece en los sueños...
El color sugerido de los ojos es solo un reflejo de vivir viendo montañas, que aunque cambian de tono por la luz siempre siguen siendo ocres.
Cuando se empieze a ver el ultramar del mundo las miradas se matizaran con la transparencia .
Texto agregado el 28-06-2007, y leído por 199
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