Puercos. Chanchos, animales cuadrúpedos anhelando pararse en dos pies. Puercos, chanchos, animales bípedopensantes anhelando volar flotar. Murrios, flojos, pesados pesos ínfimos deleznables del solar system.
Regalo locura. Te regalo. Oscura.
Te regalo locura oscura.


Espacios en cuadrado. Encuadrado el pensamiento solamente nos queda avanzar dentro de metal detrás de mil ojos. Delante de mil ojos. Con los propios ojos a nuestra altura propia.
A la altura del cinco de Vicuña (hace tiempo)
revolvíanse dos ojos, se doblaban retorcían
y lloraban lo
que odiaban: Tinta y palabras.
Te ras- Negro, en su centro quería invertir la dirección de la mirada.
caste la ca- verde, en su cerebero imaginaba el olor de su alma.
beza y deslizas- rojo, sus dientes mordían sus dientes mordían sus dientes m
te tus uñas suave verde, el espejo le enseñaba su imagen desdeñada.
por la frente, te detuvis- rojo, el sudor le brotaba de ombligos y pechos.
te un segundo y exploraste negro, el corazón se le ponía.
tus cejas, continuaste la caricia rojo, veía
, te detuviste dos segundos y bailas- verde, negro, rojo.
te sobre el párpado y contaste las pestañas con el dedo índice
y anular.
Respectivamente. (Te rascaste la cabeza con la mano ...
.....................
................................
...........................................
..................... ................Izquierda)











Calculaste cincuenta y nueve, pero insegura. Hundiste el índice, te digitaste el ojo mientras partías con la uña anular las cincuenta y nueve ramas negras. Alejaste la mano de tu cara, pero la mantuviste en alto frente a los globos oculares. La observaste un minuto, te viste las líneas, lloraste una sonrisa exagerada, las yemas te miraban, las garras te gritaban.





Arañazo sin principio te triza la vista. Arañazo de gata te libera de un sentido, te obnubila el afuera.
Por dentro
nace
¡UN GRITO!
El río
de
rabia
bifurca en



cuatro
direcciones
Uno Boca escupe en el estómago doloragujasjeringas
Dos PECHO calcifica a la bomba de sangre a la bomba de amor.
Tres OMBLIGO se cancela, se corta se cose y paraliza el intercambio.
Cuatro Pecho. derrite se, estalla explota en diez pedazos irreunibles.








Caminas mirando por primera vez la nada. Tus pupilas se cayeron para adentro y palpan todo tu interior.
Siente el rojo la derecha pupila y el
negro punto izquierdo gira en sí mismo y a la vez se pasea por el
verde espacio y piensas que ese debe ser tu pulmón del centro, el que no se ve con imágenes.












Entonces
yo
comienzo a
comprender.
Tus *pupilas cayeron en el
*cuerpo vacío. No en ese que enjaula
*riñones y
*arterias
*venas.
Si no en el
*cuerpo donde duermen las
†
ºideas, el sitio donde todo es
//negro pero de hierro es el
ºalma y cuando se dice
*corazón no se escucha
*músculo sino
ºamor. y cuando uno dice
ºamor no piensa un
//rojo *músculo
*corazón. Más bien se derriten las
*pieles con el vocablo maldito (Por la
//Violeta ªParra). Y “”Parra en ese lugar no es
ªapellido porque es
“”planta . y
//verdes “”hojas . y
ºfuertes *troncos ªTroncos “”troncos. y
“”raíz en vez de
ºorígen se vuelve
*entraña o
*garras destructoras de
*ojos.

















Paradero sin número.



Por los lagrimales en lugar de lágrimas desemboca el iris en el mar del mundo que has borrado. Tú no ves más tu apariencia.

Pero yo sí. Y te relato fotografías para que imagines lo que se ve en el espejo retrovisor al que le das tu rostro deshojado pero sin hache. Es terrible ver tu párpado izquierdo desde mi posición. Es precioso ver el arcoiris pintándote la nariz y las mejillas. Es traumante ver la mueca de tu boca. Es confuso lo que siento. Es amargo el líquido que botas. A lengüetadas histéricas me devoro los trozos de globo que se esparcen en tus ojeras negras. Es amargo. Es amargo.




Entonces yo
comienzo
a
incomprender. Me trago tu antigua mirada. Se me enceguece la sangre, la mente. Ya no estás ahí, pero escucho tus gritos y el amargo me invade la lengua. La lengua observa tus amargos pasados siglos instantáneos. La lengua llora saliva. La lengua no quiere ver. La lengua se siente como tú te sentías con ojos. La lengua olvida qué es rojo. La lengua. La.
Lengua. Y enloquezco. Sin embargo por fuera parezco tranquilo.


















Paradero veinticinco de mayo de un año cualquiera.



Me rasqué la mano_ con un diente.
Bajé hasta el nudillo_ del pulgar.
Me detuve un segundo_ en la articualción.
Continué la caricia_ suave.
Me detuve dos segundos_ en la uña.
Resbaló el hueso blanco_ amarillo
por el hueso transparente_ rosa.
La lengua mira atenta_ al diente.


Mordisco sin principio me parte la húmeda masa. Mordisco de perro me somete al hierro en la garganta. Me trago la lengua. La cago. Los intestinos se retuercen de pomelo cortado con cuchillo.

Re-
A-Par
-Heces.
Ahí estás de rodillas agarrando con las manos el humo de tus aullidos, con dos hoyos azules abismales. No comprendes. Yo tampoco. En el aire han quedado nuestros llantos y por eso el silencio envuelto está.
¿De qué?
De espanto.
Tu par de agujeros me absorven. Me elevo, quedo de cabeza con mis ojos a la altura de los notuyos. Plaf! Encajamos, tú hincada ves con mis ojos tus pupilas. Tus pupilas son dos astros sin trayectoria. Saborean tus secretos invisibles. Tus secretos dulces. Invisibles. Dulces.

























Paradero interminable.

Y aunque anhelamos ambos el fin, la cosa no termina.Por que de pronto tus pupilas se esfuman. ¡Ah! dices.
Lo que vemos no
es
ya
tu
negro
cuerpo
vacío.
Tejidos, órganos, sistemas....... veo biología anatomía.
Pero
es
peor.
Porque
la escena es esta vez hiperreal, como una película bien financiada. Me convenzo en un instante de la verdad de aquel instante.

Me niego a creer rotundamente lo que antes creí cierto, porque esto es lo cierto y no lo otro. Cualquier otro diría lo mismo. Ahí está el palpitón con color de corazón, movimientos de corazón, y fuerza de corazón. Ahí está la sangre, rojo sangre Jolibudense.
¿Y tus pupilas?
Blurp! Blurp!! Blurp!!! un vértigo espiralado te hace dar un salto y abrir los ojos.
Tus pupilas perdidas todavía en el sueño empiezan a abrir los ojos. Las pupilas de tus pupilas perdidas todavía en el sueño de tus pupilas, comienzan tras un sobresalto -producto de un vértigo espiralado- a abrir paulatinamente los ojos. Las pupilas de las pupilas de tus pupilas. Las pupilas de las pupilas de las pupilas de tus pupilas. Las pupilas de las pupilas de las pupilas de las pupilas de tus pupilas de tus ojos.
¿Y tus pupilas?

Paradero cinco. Vicuña Mackena. Tus pupilas ven con odio a tus pupilas metidas en el espejo. Están cansadas de ver al mundo, de verte siempre, de ver filas de ojos marchando en neumáticos. Una abeja kamikaze se inyecta en tu cráneo.
Te rascaste la cabeza.


















Paradero Alternativo.

Te rascaste la cabeza. Fuerte, muy fuerte.
Wow! Wow!! Wow!!! Me enderezo, al mismo momento abro los ojos y olvido qué soñaba.
Me esfuerzo en recordar...
Ah! soñé que era hombre...
Es todo, nada más acude a mi memoria. Resfriego mis ojos, me limpio las babas del mentón con la manga del polerón ese día que vertí accidentalmente aguafuego en mis pechos. Camisa panty mezclándose con mi piel.
Verüenza absurda.
Me dolía la cabeza, sentía en la muñeca el póledo humerón que barrió la saliva de mi cara. En mi rodilla algo caminaba. Me dolía la cabeza. Miré mi pierna. Se arrastraba sin lanza una abeja. ¡Mi cabeza! Argüí supuse deduje inmediatamente.
Me rasqué la cabeza.