Me veo en el sucio reflejo de ese vidrio inmundo, lo escupo una y otra vez, hasta ver que me escupo a mi misma….nuevamente…. 
Hay una pausa en mi mente 
Pierdo altura y caigo al piso mal herida y atormentada, tomo mi frente siento la presión en mis ojos, se nublen están hinchados, siento la bilis en ellos.  
Miro mis manos  rojas culpables, malditas y poseídas por un ente ajeno a mí, subo la mirada por ellas, veo mis brazos ensangrentados, me detengo en ellos, veo la sangre fluir, no me duele incluso me gusta ver caer las gotas al piso y siento alivio y placer  cuando chocan con él y se unen  con otras para formar un charco sanguinolento de exorcismo propio, mis males y angustias se van en ella...pero al dejar de fluir no siento mi cuerpo, no tengo muñecas ni codos , ni hombros sólo siento el recuerdo del dolor, la amargura de la soledad, todas pesan mucho mas que la sangre y me llevan con ellas me arrastran como arpías colgadas a mi pies…. 
Cómo puedo levantarme así? 
Si mis  rodillas temblantes son asfixiadas por sus lánguidos y delgados  brazos ennegrecidos y amargos, así encadenada en ese podrido lugar perdido, me quedaré  atada 
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