Crepitante llamarada que ardorosa va brotando de dos almas incendiadas que se buscan presurosas inspiradas con un fuego de pasión indecorosa. El encuentro que se inicia con el beso el primero que proviene del apuro un preludio del amor que a futuro crecerá en el interior con mucho peso. Arcoiris desde adentro en día nublado aunque gris, da para más, es el segundo absorbiendo nuestros labios, anhelado. Más profundo es ese beso obnubilado que nos saca un instante de este mundo agregándole a un tercero,cielo estrellado.
Texto agregado el 24-06-2007, y leído por 179 visitantes. (5 votos)