Carta al Desamor:
No quisiera llorar, pero estoy con mucha pena. Es algo que no había dimensionado quedarme sola, tremendamente sola. Antes siempre te llevaba conmigo, ibas siempre acompañándome. Eras parte del cielo si miraba a lo alto. Buscando en las noches estrelladas la Cruz del Sur, eras una estrella única resplandeciendo en el firmamento. Te veía en aquel pájaro emigrando hacia tu bello rincón, escogido para estar lejos de mí vida. Verte en las hojas de las palmeras en aquella plaza moviéndose al viento. En la luna; cuantas veces miré la luna y hay veía tus ojos posados en ella; en esa luna mía. Y nos encontrábamos nuevamente. El azuloso mar me devolvía aquellos recuerdos en que fuimos a la playa, y nos bañamos en esas mismas aguas, aunque tú apenas, si dilucidabas que yo te amaba; ya en ese entonces ya ibas conmigo. Eras ese sol que me alumbraba los días felices. Eras lluvia cuando venia a mi en forma de tristeza. Eras carta, postal, regalo. Todo lo que veía lo quería compartir contigo. Eras ese tren, eras ese paisaje, eras esa tierra lejana que caminaba a solas pero conversando suavecito a tu oído; diciéndote aquí voy por esta calle, por este parque, por este museo contándote todo lo que veía. Te disfrutaba, te añoraba, te ansiaba, pero finalmente me conformaba. Tú ibas conmigo, donde yo iba. Recordarte era pan de cada día, muchas veces, a cada momento. Tu nombre, ¡oh! tu nombre se ha quedado en mi boca como un dios a quien se nombra cuando se tiene pena, tristeza y llanto. Me vi reflejada tan solo por un instante en la pupila de tus ojos y fui inmensamente feliz. Ahora nuevamente sola; tremendamente sola; pero me conformo, ahora podría ser tu turno de llevarme contigo aunque sea en tus recuerdos. Muéstrame tu luna, sol y estrellas, muéstrame todos los paisajes que vas caminando; cuéntame como es tu vida ahora que estas sin mí nuevamente.
By Patpoemas
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P. M. A
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