Inicio / Cuenteros Locales / magog / Federico
	
		 
Como cuando nací en aquel cuartucho rentado. En aquel invierno legendario. ¿Me recuerdas cuando andaba por el mundo despreocupado? Todo se parecía tanto a mí, como un espejo. 
 
Vitalidad, siempre que jugábamos a que estábamos en el desierto y no  nos encontrábamos. Y llorábamos. Para calmar nuestra sed con nuestras lenguas probábamos la sal. Te amo tanto Lucia. Roberto me hablo de ti, y nunca te conocí. 
Te amo tanto lucia, como cuando jugábamos a que probábamos nuestras lagrimas con nuestras lenguas secas. 
 
¿Te recuerdas triste?  
 
Lucia nuestra hermandad no culmina dramáticamente. El final se asoma como un día común y corriente. 
 
Y siempre fuimos idiotas en nuestra comprensión del mundo. Hoy estoy encerrado en mí, como encadenado.  
 
Deje la redención y ella me dejo a mi, nunca funciono bien nuestra relación. 
Lucia, tú me condenas con tanta dulzura que en verdad lloro, y  lloro como un infante. Me has condenado con suavidad y eres invaluable. Lloro de alegría. Te amo en verdad, lo hago. 
 
 
Federico. 
  | 
	
Texto agregado el 23-06-2007, y leído por 123 
visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
  
 
 |