Me dispongo inseguro a plasmar en el papel las palabras que mi corazón y mente no son capaces de acordar, que solo mis manos pueden teclear tan rápido que no logran ser detenidas por el pensamiento. He terminado, solo, una vez más… el tiempo dirá si fue para mejor o si he cometido el error más grande de mi vida. Me asusta pensar que una decisión puede cambiar el rumbo de nuestras vidas… tan solo una decisión! Siento que ninguna otra persona jamás podrá llegar a quererme como ella, con mis virtudes y, sobre todo, defectos. Soy un perdedor, he tirado a la basura la tapa ganadora, el vale otro, el premio que todos quieren… solo un inconformista puede hacer eso, o por lo menos alguien que no está del todo bien. Creo que necesito retroceder dos pasos para avanzar uno, he perdido el rumbo y necesito retomar el sendero. Pocas cosas me llenan en esta vida, tal vez porque conozco pocas cosas… tal vez porque no se apreciar lo que tengo. Tal vez necesite estar solo y darme cuenta que aquello que no está, que dejé, si me hace falta.
Personas tan maravillosas se pueden cruzar en el camino de uno, y uno por desdichado no logra valorarlas, o no logra hacer sentir a los otros valorados… será una prueba? Tendré que pasar por esto para aprender? No se si se trata de sentimientos o de decisiones. ¿Qué te puede asegurar que la decisión que tomaste es la correcta? Lo que sientes? O solo por haber tomado una decisión “meditada” ya lo hace correcta? Qué pasa si lo que sientes cambia luego de haber tomado una decisión que creíste que era la mejor? A que hacerle caso, al pensamiento o al corazón? Difícil…
Me siento como una planta sin masetero… en el aire, inseguro… se que no me voy a morir por estar así, pero igual necesito tener las raíces en la tierra, pronto…
Solo escucho el eco de las teclas, en una habitación que con cada minuto se hace más grande y solitaria, y me llega al cuerpo una sensación de culpa, de quebrar otros corazones, de crear ilusiones y luego, como si fueran de sal, barrerlas con el más caudaloso río de inseguridad. ¿Por qué? Perdón! Quizás esté dando la oportunidad de conocer a alguien mejor, alguien que sepa amar de verdad, que logre hacerla sentir lo mucho que vale, la inmensa gratitud y el cariño que yo no supe demostrar. Tal vez estoy dando una oportunidad, tal vez así me cueste menos superar la situación.
Escrito el Domingo 29 de Abril del 2007 a las 20:03 hrs.
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