Si la naturaleza despierta, pequeño hombre que todo destruyes, no te asustes cuando cansada derrame su sangre. Solo bebe de su dulce destrucción y resígnate a la muerte que tu mismo buscaste. Y recuerda, si son los hambrientos quienes huyen del infierno, eso será justicia.
Texto agregado el 23-06-2007, y leído por 117 visitantes. (1 voto)