Maldito isiaco, Maldito mar, Maldito dion.
Hoy maldigo porque no puedo decir bien. Son momentos, son etapas. ¿Hay algo de mí que me permita ser yo hasta el fin? ¿Algo que permanezca?
Podría ser la existencia, pero eso no me caracteriza, me da un yo colectivo, una marca que todo lo que es lleva. No sé si calificarlo como un problema "real", algo trascendente. Lo dudo, pero para alguien que se busca sí lo es. Para alguien ego sí lo es. Quiero descubrir eso que siempre estará en mí. Como ya dije, he encontrado un algo, mas es tan global, tan tropélico, tan poco original, como perro de raza.
Hoy la violencia me ennadece, tiro fuego e inyecto dudas ilegibles. Últimamente siento que sí, sí pertenezco a una sociedad. Aunque parezca extraño nunca me sentí muy de nadie, ni a alg-o (uien) muy mío.
Transición, mucho tiempo he querido ser amor. No funcionó, como la noche invernal en Pucón. No funcionó porque nunca lo fui, o porque nunca podrá ser el amor un humano. Cualquiera de las dos me apena.
Ahora uniéndome al rededor, desencajo con mis actos. Aclaro que desencajo para mí. Para los demás, me encojo de hombros a pesar de que hambre siento por saberlo. Puertas y puertas que juntas todas conforman La Puerta. Pero La Puerta está oculta, no existe, es imposible estar en cada habitación el mismo segundo. Hay que mover las piernas, cerrar con llave, ingresar en otra, y nunca en todas ¿Ese es el mágico teatro, la más cotidiana de las realidades? Cuánto quiero abolirlo todo, despertar sin recuerdos, sin metas. Despertar, actuar, ser sin cuestionar, aceptar, permitir, y tener un pequeño punto fulminante que sea Damián, un poroto (frijol) que se mantenga incólume y me domine por ser mi naturaleza.
Pero lamentablemente hoy pienso que la naturaleza de todo existente es desintegrarse y rearmarse diferente cada milinstante. Me llegó la angustia, me llegó el francés post segunda guerra mundial. Me excuso por las minúsculas para tan mayúsculo evento.
No quiero contarles, pues nos separa,
y los quiero junto a mi.
Es un crimen. No, no es un crimen, es una muerte.
Es un yo. No, son miles en un conjunto tropoverso.
Hoy, hoy soy el cansancio
El fin del alma
Flatos rancios
Planeando en calma
Directo a dios (sorry por la minúscula)
De cabellos de aire y mente insana,
De barba cana y manos torpes. |