Que pase el tiempo, que pasen las horas para verte nuevamente, que vuele el reloj y todo lo que con él sucede, hasta que llegue la luz a mis ojos, y pueda entonces caer ante la magistral mirada de ese verdadero Areté que hay en ti.
Llévame contigo caballero, no me dejes aquí, sumérgeme en el mundo maravilloso, en tu mundo, permíteme volar junto a ti hacia los gigantes y destruirlos con la fuerza de lo que vamos poco a poco sintiendo...
No pretendo entonces dejarte, sino más bien buscar al tiempo y seducirlo para que su paso aligere... Ay amor... Ay tinta de mi pluma, que pasas la noche en vela esperando a que pueda escribir nuevamente... Estoy junto a la ventana, la misma de siempre.... Te veo. Y estás como sonriente, como feliz, como jugando a ser niño, que bueno eres oh mi dulce tesoro.
No importa que suceda, no importa que pase en esta noche, aprende a recordarme siempre.
Grita mi ventana tu nombre, y creo que saldré a volar hacia tu habitación estaré junto a ti velando tus dulces sueños... Guardiana de tus sueños, amante de tus dichos, compañera de rodillas... Conviérteme en eso oh poeta.
Sé quien me alimente la inspiración y envuelve mis letras en frágiles flores que decoren nuestro hogar, flores eternas y perfumes que sean sólo para nosotros...


Despertarás y entonces recién podré cerrar mis ojos...











21 Junio 2007