Déjame tentarte…

Lo llamaremos juego al igual que antes
Pero esta vez juguémoslo despacio para convertirnos en juguetes de algo más poderoso que nosotros dos juntos, abrazados y temblorosos.
Con versos, con imágenes
Con todo, con nada
Con cuerpos misteriosos
Con lo que sé que te provoca,
Desgarrando tu ropa
Con sonidos felinos al oído…
Un beso tibio.
Déjame abalanzarme sobre ti en ese sillón verde
Imagíname en tus sueños, úsame.
No permitas que se borren de mi piel tus marcas
Tu paso por mi cuerpo manda.
Te miro, te pienso, te beso.
Busco a tientas tu voz, tus labios húmedos, tu lengua.
Te cito: “No me hables de humedades, mujer,
mientras cruzas las piernas.
No hables de humedades…
Que me tientas”