El juego era conseguir la mayor cantidad de respuestas en una hora.
Las preguntas se improvisaban en el momento, ninguna se repetiría.
Esta vez, Felipe y su rapidez corrieron a la bajada de la micro.
En ella, esperaba a los pasajeros sonámbulos que bajaban atontados
de tanta pega y encierro.
_¡Señor. Señor! Estoy perdido. ¿Me puede ayudar?
__¿Adonde vives?
__En la calle.
__¿Pero en que lugar?
__En cualquiera. Solo quiero saber donde estoy.
__La Pintana.
__¿Es muy malo por aquí?
__Como en cualquier lado no mas.
__Ya po`. Gracias.
Caleta de gracias en una hora…

El Cesar camina hacia el almacén.
Se pone justo atrás de los jugadores
que alimentan las maquinas centellantes y chillonas del micro casino.
__¿Has ganado alguna vez?
__Varias veces.
__¿Como lo haces?
__¡Shit! Secreto de sumario. Eso no se cuuueenta.
__Quiero ganar, hoy no he comido nada.
__¡Ah! ¿En donde vive sosito?
__En la calle
__Mmm. Venga pa` ca, yo le ayudo.
__Ya po´. Gracias.
Caleta de gracias.