empiezo a no entenderte, aunque veas y escuches mi existencia, que por lo general suele estar siempre en grave movimiento y en una constante decadencia de sus cinco sentidos, es decir, los mas populares, estaré más allá de todo sentir…
mi madre decía que jamás podré entender el mundo que me rodea. era algo que pude aceptar pero no del todo. desde niño gustaba buscar el silencio y la soledad total. viajaba lejos hasta encontrarme con gente totalmente extraña y enferma. conversaba con los enfermos a muerte, o locos totales y, también con los perros, árboles y niños. los niños, no mayores de dos años.
camino hacia mi hogar... ¿tengo un hogar? ¿un espacio mío de mí?, no pensemos más. iba hacia el lugar en donde por cerca de quince años vivía. vi las luces de toda la casa encendidas. miré a través de la ventana: estaban mis padres, hermanos, tíos y demás. era navidad, había una gran mesa con comida y un árbol lleno de regalos y fotos. no tenía nada en las manos, nada, tan solo un pedazo de papel, en él había escrito un poema... "es mi regalo a sus vidas", me dije. entré y pedí un instante de silencio. todos callaron, pero veía a mis padres con los ojos a punto de lanzarme una flecha al corazón apenas hablara de mi sentir por la vida. no podía dejarlos en espera y declamé mis letras, decía algo así:
" venerables muertos,
cuerpos llenos de fuego, tierra y agua
hay días en que la luna se llena de sangre
herida por un poema maldito,
este...

mis manos se llenan de pus
no deseo ver un instante
los colores del viento,
ni escuchar el ritmo de la vida...

condenados a la alegre espera del abismo universal
¿hay algo por qué llorar?
miren mis ojos,
hay una luz encendida...
ella les dice
lo eterno que es esta vida sin cuerpo..."

terminé de declamar y todos siguieron callados. dejé el papel en el piso y salí a la calle. hacía frío. entre pero por la parte de atrás. todo estaba sin luz. subí hasta llegar a mi piso. entré y aún es oscuras, percibí mi closet abierto, la llave en su cerrojo. metí mi cuerpo en el closet y desaparecí unas horas. estaba en silencio, y en total oscuridad... estoy vivo, pensé, esto es el cielo en vida. todo está brillando de oscuridad, así como el travieso universo...


san isidro, junio de 2007