Un movimiento más y muero.
Al borde de un descontrol,
pastillas esparcidas en toda mi pieza
me dejaron en este precipicio.

Un movimiento más y caigo.
No será tan difícil como imaginaba,
el mareo, la desesperación, la tristeza
y la incompresión hará que no sienta nada.

Habían métodos más sencillos y rápidos.
Un balazo es fácil de conseguirlo
y menos doloroso, supongo.

Pero, como todos los que se suicidan,
me gusta darle dramatismo,
que se forme un escándalo por mi!

¿No es eso lo que todos buscan al suicidarse?

Ser héroes por un día.
Ser recordados como el mártir,
como la persona más sufrida de esta tierra,
como la persona incomprendida de la familia.

Pensándolo así,
no me moveré.
No quiero ser parte de un montón de gente ridícula con intenciones de llamar la atención.

Me quedaré quieta
hasta que pasen los efectos de las pastillas,
y entraré de nuevo a mi pieza.

Dormiré y al despertar
la misma idea de hoy me rondará.

Pero me detendré justo en el momento
de terminar con todo lo construido (bueno o malo).
Por que aunque no sea quien esperaba de pequeña ser,
y aunque sea un ser indeseable y odioso,
me molesta ser parte de un grupo.

Especialmente uno de gente tan idiota.