Él se veía muy preocupado, temía en realidad que su esposa descubriera aquel engaño y entonces quiso confesar a su amante:
- He tomado todas las precauciones para que mi esposa no nos descubra, sin embargo, temo que podría llegar a enterarse de todo.
- No creo que la bruja nos pueda descubrir – dijo ella - eres muy inteligente y has encubierto nuestro romance de manera que sería muy difícil hallar un solo rastro.
- Pero ella también es inteligente, por eso la llamo la bruja, siempre logra, de algún modo u otro, saber mis secretos.
- Vamos, deja las preocupaciones y disfrutemos de estos breves momentos de amor.
Más tarde, entre las delicias de aquel secreto idilio, alguien llama a la puerta y dice con fingida voz:
- Hola, por favor, les ruego que abran, la administración del hotel les envía champagne de regalo, es nuestro aniversario y queremos compartir con todos.
- Espere un segundo – contesta el hombre sin comprender el engaño – abriré de inmediato.
Luego de franquear la puerta , el hombre exclama sorprendido :
- Tú ¡! , ¡ No puedo creerlo¡ ¿cómo pudiste hallarme aquí?
- Sí, soy yo, vuestra esposa, he traído champagne en hielo y un simple engaño me ha permitido descubrir tu infidelidad . Es agradable conocer a tu amante.
-
- Pero, ¿cómo te has enterado de eso? Tomé todas las precauciones, la libreta de citas, el teléfono, era imposible que llegaras a saberlo.
- Lo sé, lograste engañarme por un tiempo, pero olvidaste algo, tú hablas dormido y así una noche escuché de tus labios el nombre de la señorita. Luego en tu trabajo me dieron algunos antecedentes e invocando una emergencia, logré saber donde te encontrabas esta noche, por eso hemos venido a visitarte.
-
- ¿Hemos? , ¿hay alguien más contigo?
- Sí, he venido acompañada del señor Smith y el señor Wesson, ellos desean decirte algo.
Dicho esto, la mujer extrae de entre sus bolsillos una pistola Smith & Wesson modelo W-56 desatando el terror de los amantes.
- Vamos, no te preocupes, sabes que no me agradaría perturbar la paz de los otros clientes del hotel, de modo que utilizaré un silenciador.
Y a plena tranquilidad, en presencia de los amantes, la mujer engañada instala el artefacto al arma de fuego.
- Por favor, ¿no crees que estás llevando esto muy lejos? – intenta persuadirla el hombre – yo creo que podemos explicar todo este asunto.
- ¿Explicar ? ay querido, no creo que estos caballeros acepten explicaciones.
Y en el instante en que el hombre intenta acercarse a su esposa para rogarle una solución más pacífica, la mujer dispara dos tiros mudos y terribles que acaban instantáneamente con la vida del infiel marido, el cual queda tirado al borde de la cama, inerte y desangrándose.
Luego, dirigiéndose a la amante de su marido, le exclama:
- Tiene usted un bello nombre señorita.
Mas aquella no responde, enmudecida y paralizada de angustia y terror, permite que la ahora ya viuda acerque el cañón del arma y lo apoye en la frente de su rival. De este modo, ella puede sentir el acero aún tibio por los dos disparos anteriores y el terrible aroma a pólvora.
- Bueno – exclama la mujer armada - ha sido un placer conocerla, en el futuro podríamos ser amigas, después de todo he perdonado vuestra vida, ¿no?. |