Hace mucho no los visitaba. Muchas veces lo pensé, pero cada uno de las responsabilidades, éxitos y trabajos que van quitando poco a poco la vida lo fueron postergando y postergando…

Llegue hasta el umbral, como siempre. Las mismas figuras iniciales, formales y serias que me permitieron la entrada. Me sorprendió no encontrar algunas cosas que esperaba, pero igual seguí adelante.

Los empecé a ver poco a poco. Muchos se levantaron y me abrazaron con la misma calidez de otros tiempos. Pero muchos de los mas viejos estaban ausentes. Otros estaban reunidos, juntos, en círculos frente a fuegos muy pequeños para calentarlos a todos. Por eso creo que muchos no van a sobrevivir al próximo invierno. Finalmente, cuando les pregunte, me di cuenta de que ya habían empezado a olvidarse unos a otros. Y por sus expresiones, descubrí ( con gran tristeza, lo confieso ) que los mueran próximamente no van a ser reemplazados por los que lleguen.

Estoy convencido. Mis recuerdos están envejeciendo. Pero no hay remedio… todos envejecemos.