ELEMENTOS

Cae en el mar el ojo,
la puerta se entreabre.

Las hojas arrastran luces
que marcan el horario de la tarde,
la lluvia regala apenas el silencio
y una gota eterna golpea el ojo y la mirada.

Minotauro, pasa...

Mar adentro se anuncia un caminito
de oscuras algas y alguna caracola
que revientan la savia de estas venas
que en nada se parecen al batir de alas.

Dédalo se levanta...

Danza de muerte a ratos crepita
en lo más profundo del alma,
allá en el fuego de copihues fundidos con el viento
de norte a sur en cualquier bosque
donde cae acribillada la esperanza...

Minotauro, avanza...

Cenagoso el ojo cae ante la puerta
agorera el águila se desplaza
en el glaciar imponente
que cruza las distancias.

Ícaro descontrolado, canta...


Todo es camino y silencio a veces.
Majestuoso desde siempre
hasta mi ocaso,
el viento en inusual arremetida me arrastra.

Amalgama mineral que se entroniza
mientras contempla el ojo
la caída de Ícaro en las aguas...

Minotauro, busca...

Eco vaga por los siglos en todas las montañas.

FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada