0602

Aunque escape de un pantano, no es ninguna maravilla. De la punta de los dedos asciende a lugares que no importan. Como si fuera droga. Y de fondo, trasfondo, se escuchan los autos y tampoco importan. No es que sean sólo formas de decir algo (no es algo, ni es una forma; tampoco es una nueva perspectiva; tampoco es que yo haya conquistado algo; no he hecho nada, ya ves; estoy aquí no más; en un momento determinado, escribiendo esto, sin seguridad ni esas cosas, sin algo importante que hacer con lo que me resta de etcétera).

Es todo, eso es todo, con eso ya está todo. No digas ningún garabato en esta parte (es kitsch y con el tiempo se ve mal). No avanza. De nuevo, se pegó. No importa el futuro. El futuro es después. ¿Me lees? ¿Por qué siento que (no importa lo que coloque en esta parte)?


0613

Tenía ganas de escribir algo más largo pero es tarde y en vez de eso jugué mucho rato ajedrez. Además me siento raro ahora. Me tiraría rodando por un cerro a ver si se me pasa. Me gustaría tomar las cosas menos en serio, ser menos ansioso, ambicioso, sonrisoso, no enviciarme tan facilmente y luego desinteresarme. Mejor que escribir esto sería estar con alguien. Tomando café (hace frío, Temuco no para de llover). Peor sería meterme a la cama sin vaciarme algo, sin entender qué me pasa. Cuando entiendo qué me pasa se me pasa. Ladra un perro. Siempre ladra el mismo perro, lo tengo identificado. A las cinco siempre se despierta, y ladra; a veces siento que somos los dos mejores noctámbulos de la cuadra. Quizás Nadia es noctámbula también, pero vive en otra cuadra.

Tengo miedo, pero no sé de qué. Si el perro se callara no se oiría nada. Sólo el zumbido constante de la electricidad (siempre lo escucho en las noches). Se calló. Se me vino una canción a la mente. Me muerdo un labio (el de abajo, por dentro). El perro debería seguir ladrando. Me gustaría que lo hiciera. Tengo frío también, pero si me meto en la cama será peor. Meterse en la cama es peor, el techo se viene encima y todo se agranda. Por las noches, a veces, se escuchan treiles lejos. Son bonitas las noches, a veces, aquí; se escucha un ruido bien lejos, antes de ayer calculaba que era un do o un re; un ruido ambiental, viene del norte, justo al frente de mi ventana, pero varios kilómetros más lejos, cerca de la carretera.

Lo mejor sería estar con alguien. Desahogarse es bueno, pero yo no puedo ahora. Puedo definir no más, eso estoy haciendo. Defino no más. Defino que siento un nudo en las tripas (que me hace tener miedo). Todavía pienso en esa canción. No quiero salir de mi pieza. Mañana sí. Me gustan los días nublados. Me gustaría que estuviera Matías en Temuco, era bueno conversar con él, tan ácido; realmente era gracioso, el tipo de humor que me gusta. Está Víctor. Fuimos a ver una película muy mala hoy, al ciclo ese que dan en la Católica. Andaba poca gente. Hacía mucho frío. Ojalá alguien encuentre la canción pitito. A la francesa del viernes le tengo fe.

Para poder hablar. Hablar con alguien, quizás no necesite decir nada. Quizás darme cabezazos contra la pared también funcione. Cuando se me reseteó el computador perdí todas mis canciones. Podría fumar ahora, pero no tengo nada. Nada. No quiero fumar ahora. Quiero escuchar esta canción doscientas veces más en la misma parte.