( Todos tenemos esos monstruos internos que de vez en cuando sacamos a relucir; evidentemente unos pujan más que otros...)
Allí su mundo imperfecto; cruel; sanguíneo. Fuera, una paz solitaria y desértica rodando por las calles. Dentro de la habitación el aire enrarecido llevó al violador a otro ensueño más profundo. Inmersos en una misma realidad, la ciudad también agonizaba bajo esos gases letales...
Texto agregado el 10-03-2004, y leído por 268
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Lectores Opinan
10-03-2004
Anita, puchas no se que decirte. Por lo pronto mis estrellas. anemona
10-03-2004
Entramos al discutible tema de la pena de muerte y si en realidad es necesario deshacerse de las alimañas que amenazan a la sociedad y que en el fondo esta misma ha creado con sus vicios y con su permisividad. Anita, otra vez en la cresta de la ola... gui