PARA TI LAURA, LA DULCE VOZ EN EL TELEFONO

Primero agradezco y mucho a los amigos, amigas que aún se acordaron de mi, no es fácil describir esa sensación, pues muchas veces en este lapso de tiempo, yo mismo me olvidaba al verme en el espejo.

Me siento en deuda, con los comentarios que me brindaron, así como tratare de responder a las amigas que me pidieron que en este raro regreso, escribiera algo romántico.

Tal vez fue solo un instante, no podría dar el detalle del tiempo, ella caminaba de frente a mi, el pelo negro fue lo primero que me llamo la atención, después la leve sonrisa que me dirigió, vamos hasta gire la cabeza buscando al afortunado que ella le sonreía, no había nadie.

Fije mi mirada en esos profundos ojos negros, juro que sentí que entraba en su alma, después no pude evitar pensar como sería besar esos labios encendidos, la vista se me nublo un instante ante ese pensamiento.

Alguien me golpeo en la espalda, no me importo, así como tampoco hice caso al reclamo, debido a que me detuve bruscamente.

Estaba frente a ella, no me pareció raro, ni extraño, tantas veces la había soñado, tantas veces en noches de insomnio la buscaba y mi imaginación le daba forma, o tardes que escuchando música, yo me preguntaba, ¿Algún día la conoceré?

Ahora estábamos a un aliento de distancia, si estiraba mi mano, podría tocar su bello rostro.

Lo hice, estire lentamente mi mano, ella viéndome a los ojos, entendió mi intención y sin decir nada de su parte, sentí su permiso, no eramos extraños, nos conocíamos de algo, de algún lugar, de tal vez un sueño.

Temblaba mi mano de la emoción, al fin podía tocar lo que mi imaginación me decía existe..ella existe y mi razón, mi mundo real, me castigaba mascullando frases crueles, como, deja de soñar, madura, ya no eres un niño, busca una mujer real.
Pero ahí estaba y era ¡real!
Una voz conocida me obligo a voltear, escuche entre la música que me invadía un...¿eres Zam?...si yo lo era...

Hola conteste viendo de reojo, temía que al voltear ella desapareciera.

---Zam que gusto, sentí un fuerte abrazo, ella se quedo inmóvil, seguro pensando que desapareciera ese inoportuno individuo.

Por fin identifique al que me hablaba, era Rodolfo, mi gran amigo de la preparatoria, mecánicamente conteste el saludo.

---No has cambiado nada, ¿cuantos años?...el hablaba

Ella pálida, fija su vista en mi.

De golpe Rodolfo, capto mi total atención, me dijo

¿Recuerdas ?
¿Te acuerdas de Alma?
Y ella sonrió tristemente.

¿Alma?
--Si Alma y la tomo del brazo, a ella mi mujer perfecta.

Si claro...mentí descaradamente

--Pues abrázala, anda pues, y casi me arrojo a sus brazos.

Hola Alma, dije totalmente turbado por el calor de su cuerpo, que yo no sentí extraño.

Al acercar mi oído, la escuche musitar quedamente...¿eres tú?

Me quede congelado, retrocedí para ver sus ojos, una punzada de dolor me estremeció, pregunte temblando
¿Es tu esposa?

No, me dijo riendo Rodolfo, claro que no, ¿acaso estas loco? es mi hermana, aclaro soltando una carcajada.

Nunca pensé en oir música celestial, antes de morir, pero juro que hasta lo ronca voz de Rodolfo,me pareció dulce.

¿Su hermana? Mi mente giro, retrocedí en el tiempo, mi vino la imagen de esa niña de trenzas y con impresionantes frenos dentales.

La vida era increíble..la hermana de Rodolfo, ¡mi mujer perfecta! Estaba ahí, la podía tocar, todo me daba vueltas

Los ojos de ella vieron hacia abajo, escuche una voz tierna,

¿Mamá me compras un dulce? papá no quiere hacerlo.

Un tipo apareció en escena junto a esa hermosa niña.

--Recuerdas a Memo? Escuche decir a Rodolfo.

Como no, claro que si, era un rival clásico mio, nunca lo soporte.

---Zam que gusto, y el tipo me abrazo.

Si hizo para atrás y le dijo a mi diosa, mi mujer soñada, ¿te acuerdas de él verdad? Era tú ídolo de niña.
Ella sonrió, ahora tristemente.
Memo la abrazo, y odiosamente comentó.

Bueno fue hasta que me trato a mi, ahora yo soy su único héroe, y le dio un grotesco beso en la mejilla.

Mira ella es producto de mi semilla, dijo mientras jalaba a la niña que momentos antes me regresara a la realidad.

No recuerdo bien, creo que intercambiamos tarjetas, promesas de comer juntos, sin embargo mis ojos seguían perdidos, ahora dolorosamente en esa profundidad oscura de su mirada.

Nos despedimos, ya no la abrace.

Camine sin sentir, tan cerca de mi sueño que ahora se convertía en pesadilla.

Me detuve, no acepte voltear, sería mas dolor.

Entre a una tienda, como autómata marque un número telefónico, escuche su voz.

Me sorprendí a mi mismo al decir....perdóname, lo lamento.

Del otro lado de la linea, escuche un sollozo.

No era la mujer de mis sueños, esa ya tenía dueño, pero era mi novia y esa..esa era solo mía y sobre todo real...sonreí, sentí que había dado un paso hacia la madurez y por que no
....hacia el amor real.



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