-¿Qué es ese libro?
-Si tu no lo sabes, ¡acaso crees que se mucho!
-Pero se ve llamativo, con su gran pasta suave pero firme, con sus miles de colores, con hojas abiertas.
-No se, no me importa, tengo más cosas por hacer que mirar algo tan poco importante como eso.
En ese momento, dos tristes lágrimas corrían por su rostro.
-En verdad ¿así de poco importante es esto?
-Pero de que hablas, acaso no observabas un libro, pero quien te entiende.
-No hablo de nada, como todo tiene tan poca importancia, en especial, yo.
-¿Tú? ¡Pero si eres mi prioridad!
-Claro, si es lo que dices.
Y salió de la habitación, entrando a lo que había hecho con amor.
-Pero, ¿Por qué tanto silencio? ¿Qué ocurre acaso?
Al acercarse al libro, descubrió que eran la más hermosa de las ediciones de cualquier empresa, vendido por nadie, pero elaborado con la más grande entrega posible, tanto que en la portada estaba la imagen de quien le había creado, de quien le había pedido observarlo. La tristeza rasgo su frialdad, y en su rostro tiernas lágrimas sembró, para luego, con su magia, entrar a acompañarse en la portada, donde quedó por siempre plasmado el abrazo eterno de un gran amor.
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