Sami es mi hermano, un gigante enorme y poderoso que siempre vence al enemigo y que es mi super-héroe preferido. Recuerdo que teníamos escasos 2 y 3 años cuando una ENORME araña caminaba hacia mí y grité mientras quedaba paralizada de terror... Sami tomó su martillo, y desde una distancia grandísima lo lanzó cual guerrero de luz y la aplastó de un golpe. Quizá ni la araña era enorme, ni la distancia tan grande, pero nosotros éramos chiquititos y yo me sentí cuidada y protegida.

El paso de los años nos ha cambiado, obvio, pero seguimos siendo tan amigos y cómpllices como entonces. Hemos pasado duros momentos, juntos y separados porque el destino así lo ha querido.

Hoy, Sami ya es papá, y sus dos hermosos hijos iluminan nuestras vidas. Se repite la historia de Sami y Marisa, ahora con Samira y Migui.

Hay TRES cosas que han marcado la vida de mi hermano:

* El fútbol americano, que de adolescente lo hacía llegar exhausto a casa, sin ganas de molestar a sus hermanas y se volvió una de sus pasiones.

* Sus viajes a New York donde aprendió a vivir solo y valerse por sí mismo, sin que mamá y papá resolvieran siempre todo. Eso lo hizo madurar.

* Encontrar a una mujer hermosa y brillante que lo hizo aterrizar y formar la preciosa familia que hoy posee como su mayor tesoro.

Una vez me dijo que había oído una rola grabada con mi voz: "mis sueños de niña me los robó esta cruel melancolía y el dolor..." y había llorado pensando en lo sucedido. Yo estaba en una clínica de salud mental... no, no es cierto... (pero casi lo era) y él me visitó y me dijo que todo iba a estar bien.

¡Ese momento de apoyo cambió nuestras vidas para siempre!

Cuando estaba en NY de pronto la suerte se volteó. Ya no ganaba bien, los amigos se iban, don Samy -el árabe- ya no tenía trabajo para él. Las cosas fueron de mal en peor. En esos días llamó triste a mi casa y hablamos hoooras de todos los malos momentos por los que pasamos... y lo perdoné, y me perdonó...

Decidió tomar sus pertenencias y regresar a México... justo unos días antes de los atentados terroristas en el World Trade Center... Yo me di cuenta de que fuerzas superiores lo habían amedrentado y obligado a SALIR de inmediato de allí, justo en el momento adecuado. De no haber decidido irse, seguramente habría tenido miles de problemas, sobre todo por la cara de árabe que tiene. Dios sabe cómo maneja las cosas, y tal vez fue muy duro, pero lo rescató de ese infierno.

Samira y Miguel son los motivos por los cuales él salió de allí sano y salvo. ¡Gracias, Señor, porque con mi jején, mi super-héroe preferido, la vida SIEMPRE es mejor!