Inicio / Cuenteros Locales / chorizoensalchicha / La muerte de la crítica.
1. CINE.
En una escena de la última película del enorme M. Night Shyamalan –director de la mediocre Los primeros amigos, las interesantes Señales y El protegido y las magníficas El sexto sentido y El bosque-, La joven del agua, tiene lugar una divertida escena en que se produce la muerte de la crítica. La película es una maravilla palpitante de grandísimo cine -aunque no haya recibido las críticas que se merece; fue nominada a los Razzies (antioscar) por los subnormales que se autoproclaman expertos en cine en América-. Contiene una desaprobación espeluznante de la magia destrozada del arte cinematográfico, a través de una crítica sutil y profunda de las relaciones humanas, los tecnicismos artísticos y la hipocresía, se inscribe –y no sólo se inscribe, sino también potencia- en una nueva forma de ver el cine, en que ya se habían visto grandísimas películas –La guerra de los mundos, El laberinto del fauno, The host, incluso la más que notable última versión de King Kong…- , y que trata, a través de los propios mitos humanos, de introducirse en sus errores, como nunca se había hecho. No digo, por supuesto, que este tipo de obras no se hubiera ya visto hace muchos años, pero es en los cinco últimos que empieza a surgir como corriente, que espero deje grandes frutos.
2. LA MUERTE DE LA CRÍTICA.
En la escena, un crítico ripioso, que guarda todos los errores que mi oficio posibilita, una especie de retorcido monstruo de las ideas, se encuentra con un lobo de esos de hierba, en un pasillo del vecindario. El señor intenta huir del animal mientras murmura que la situación es como de una mala película de terror, y es devorado por el bicho. Encontramos así una sutil crítica de los críticos (qué paradoja) que envenenan la ruptura formal del director indo-americano con el cine de fantasía o el terror tonadillero de Pesadilla en Elm Street: la crítica intentando rechazar la fantasía, y siendo tragada por ella; la muerte de la crítica en post del nuevo arte, el arte de la fantasía, de lo imposible.
3. LA CRÍTICA.
El mensaje de Shyamalan es claro, pero, ¿hasta dónde podemos afirmar la ruptura total del arte y la crítica?. Quiero decir que, desde que el arte lo es, ha venido acompañado de críticas que lo han hecho evolucionar. Al fin y al cabo todos hemos formado nuestros gustos de acuerdo a una crítica implícita, algo que define lo que nos gusta y lo que nos gusta. El problema empieza más o menos hacia los comienzos del pasado siglo, cuando el modernismo y las vanguardias ponen en jaque a la crítica. Es entonces donde la crítica deja paso a un fenómeno más amplio: las críticas. La subjetividad se hace clara a la hora de meter en el mismo saco un verso surrealista y un soneto costumbrista. Las opiniones se bifurcan entonces con las ideas (las ideas políticas, estéticas, etc.), dando paso a una especie de sensacionalismo de la ruptura estética. Debió ser por aquel entonces que la crítica perdió gran parte de su respeto. Y desde entonces hasta hoy –aunque los ánimos se van calmando poco a poco en la literatura, por el afán ahora de representar algo muy distinto a una ruptura en el arte-, la crítica no sólo se ha descuartizado a sí misma, sino también en los artistas. Ejemplos claros de esto tenemos, por ejemplo, en el cine: jamás verán ponerse de acuerdo a Torreiro (El País) y Bollero (El Mundo), por la simple diferencia de ideas. La crítica se muere.
4. EL CRÍTICO.
La crítica está desubicada. El crítico no es ningún superior –haya leído, visto o escuchado más o menos, esa es otra historia-. El crítico tiene la función de dirigir unas pautas de situación del arte: esto es para ti y eso otro para ti; esto es así, y eso otro de esta otra forma; no decir esto es grande y esto es bueno. Quiero decir, que el arte es algo definido, y el crítico puede decir: esta cámara está muy bien, este verso está bien construido, esta pincelada es preciosa, pero en una línea muy permeable y oscura, y que hay una cantidad enorme de obras que pueden parecer a algunos expertos una pasada y a otros una basura indecente. Lo que la crítica tiene que hacer es definirse en unos gustos y declarar desde sus preferencias: esto puede servir para niñatos con dos neuronas, esto otro para amantes de Kieslowski.
5. FINALMENTE.
Al menos, Instinto (buag!)sico fue la gran “ganadora” de la noche. Shyamalan ganó el Razzie a peor director, con esa mezcla sublime de Burton y Spielberg, pero con toda la magia de Aparajito (el invencible).
Mierda de críticos... |
Texto agregado el 08-06-2007, y leído por 1030
visitantes. (31 votos)
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Lectores Opinan |
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12-12-2007 |
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Me quedo con El bosque de Shyamalan y EL sexto sentido, ésta última sólo por decir la gracia de En ocasiones veo muertos y Bruce Willis está muerto desde el principio.
Shyamalan es un soñador, no creo que piense mucho en lo que diran los críticos de él. Con señales la cagó y sobre todo al dejar que el tipo violento cuyo nombre no quiero recordar interpretara el papel. Prefiero ver la versión de scari movie. La joven del agua es fantasía, y la fantasía a día de hoy tiene poca cabida en el cine a no ser que se anuncie a bombo y platillo en el género juvenils tipo Crónicas de Narnia o Harry potter. Los demás somos adultos y por lo tanto difíciles de manejar en esas cuestiones, por eso el Shymalan se cuela tres pueblos y medio y crea una película nuevaerista de autoayuda cuyo guión bien lo podría haber escrito el jorge bucay con un poquito de plagio de libros sobre seres feéricos. No me gusta la peli y ya está. Por otro lado le recomiendo que vea esa peli que es un falso documental sobre el director. Saluditos choricico iolanthe |
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02-12-2007 |
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interesante texto...jajajjajla joven del ajjajajajjajaj.Disculpa , intersante texto ajajajajajajaj djtiesto |
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30-11-2007 |
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La muerte de Dios, la muerte del Hombre y la muerte de la Razón (muerte, además, de la Crítica): definitivamente postmodernos. quenickpelotudotenes |
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30-11-2007 |
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Estoy en desacuerdo con está crítica. La película de Shyamalan es excesivamente simplista y demasiado pretenciosa en su afán de hablar sobre el cine, desde el cine. Considero que hay verdaderas obras maestras como 8 1/2 de Federico Fellini, la Noche America (La nuit americaine) de Truffaut y Desprecio (Le Mepris) de Godard donde se presenta una mirada mucho más penetrante sobre la realidad del cine. a00 |
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18-11-2007 |
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La lectura de su texto me permite aventurar algunas conclusiones:
1. Que la Real Academia Española ha prohibido terminantemente el uso de las comillas, al menos, en el territorio español.
2. Que, al momento de escribir este texto, el denominado “punto seguido” no estaba al alcance de su bolsillo.
3. Que “la docena de comas” se encontraba en liquidación, incluidas las que separan al sujeto del predicado.
4. Que su texto inaugura una nueva era en materia de sintaxis que bien podríamos denominar: “Trabalenguas”.
5. Que su adjetivación, producto del raquitismo intelectual que a usted lo aqueja, es paupérrima e infantil.
A las pruebas me remito:
“En una escena de la última película del enorme M. Night Shyamalan”. ¡Una clara muestra de lo que se viene! Obviaré la “ensalada” que intenta reseñar la obra del “enorme director”. Escribe usted a continuación: “La película es una maravilla palpitante de grandísimo cine” (¿?) Sigo: “Contiene una desaprobación espeluznante de la magia destrozada del arte cinematográfico” (¿?) Otra más: “se inscribe en una nueva forma de ver el cine, en que ya se habían visto grandísimas películas” (¿?) ¡Y dale con el grandísimo y la grandísima! Otra más, y van…”No digo que este tipo de obras no se hubiera ya visto hace muchos años”. Y cierra el texto con esta débil reflexión tan mal escrita como todo lo anterior: “…pero es en los cinco últimos que empieza a surgir como corriente, que espero deje grandes frutos.”
Haré un supremo esfuerzo por continuar con el segundo texto “La muerte de la crítica”.
Escribe ud: “En la escena, un crítico ripioso, que guarda todos los errores que mi oficio posibilita (y ya en este punto debo cuestionarme seriamente cuál es su oficio) una especie de retorcido monstruo de las ideas (¿auto referencial?) se encuentra con un lobo de esos de hierba, en un pasillo del vecindario”.(¿?) No satisfecho con esto,y ya decidido a destruir lo poco que le queda por destruir del idioma español, acomete con esta frase que es para enmarcar: “El señor intenta huir del animal mientras murmura que la situación es como de una mala película de terror, ( y ahora llega lo más jocoso) y es devorado por el bicho” Mi estimado Licenciado, el desorden envolvente de su prosa me ha dejado desconcertado. Permítame decirle que un niño de nivel primario podría haber hecho algo mejor con este párrafo.
En virtud del tono admonitorio de sus comentarios (cito algunos: “Pese a todo, lo he terminado sin vomitar”; “Una estupidez pretenciosa”; “Esto es una llana basura”; “Basura moderna y pretenciosa” etcétera, etcétera.) debería usted esforzarse un poquito más por cuidar su escritura. Recuerde que, en esta página, somos muchos los aficionados a la literatura, y usted, (Licenciado en periodismo; Licenciado en literatura y Crítico Profesional) con todas estas medallas en su pecho, viene a ser una (mala) suerte de referente. Por lo tanto, no puede darse el lujo de escribir estos “mamarrachos ecuménicos”. Aprovecho para devolverle su tan generoso adjetivo (no me gusta quedarme con lo que no me pertenece).
Debería continuar con el siguiente texto “La crítica”, pero mis neuronas piden un receso. Sólo le diré que estoy de acuerdo con ud en lo siguiente: “La crítica se muere” ¡Sí, en sus manos! Continuará… Por ahora le dejo una estrellita, creo que el título “La muerte de la crítica” se la merece.
estephario |
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