Martes sin titulo, las luces se apagan. Brillos y sonidos que no conoces te atrapan sin pensar. El abismo se abre ante tus ojos pero aun no lo adviertes. Caminas lentamente hacia el como si se tratara de tu propia casa, caminas tranquilo, confiado....
En ese momento el abismo se agranda engullendo todo alrededor, tu te das cuenta pero es demasiado tarde, saltas hacia la firmeza del suelo pero el abismo te ha tragado, eres parte de la oscuridad. Tu caída es infinita, solo oscuridad a tu alrededor, solo aquellos extraños brillos y sonidos que no entiendes, solo en la inmensidad. Ves pasar otros objetos pero nunca personas. Te aferras a una silla pero esta escapa a tu mano, tu fuerza no es fuerza en este mundo. En un momento escuchas una voz que se acerca, la voz que siempre esperaste escuchar, esa voz que nunca pudiste tener... En ese instante la ves. No cabe duda, es tu madre llamando a su hijo y tu quieres ir a su encuentro pero al parecer no has dejado de caer y no puedes acercarte. Ella esta un poco mas abajo, esta quieta gritando tu nombre.
Siglos después llegas adonde ella, aunque sigues cayendo al pasar a su lado le gritas y cuando ella se vuelve hacia ti te das cuenta que su cara es la cosa mas terrible jamas vista, de sus ojos parten tentáculos e incluso uno de ellos te hace una perversa caricia. Tu no puedes moverte y en cierto sentido ese contacto es humano, pero en el fondo sabes que no puede ser tu madre, que es todo un sueño y que estas a punto de despertar.
Aun en el abismo, tu madre quedo ya muy arriba, tu cabeza golpea con algo y quedas al fin quieto. Recobras tu movilidad, y sientes un profundo dolor en todo el cuerpo. Al fin te das cuenta de que nada de todo esto es un sueño, simplemente es la realidad, un gran abismo se abrió en el living de tu casa y te engullo. Así de simple.
Por extraño que sea aun sigues vivo y eso es tal vez lo peor, tu madre no cabía duda de que estaba muerta, además de que fuiste a su entierro no?
Pero tu aun vives y debes salir de ese abismo infernal, aun sabes como, tal vez si descansas y recobras fuerzas logres impulsarte hacia arriba, en este lugar la gravedad no es muy fuerte y hay muchos objetos de los que impulsarse. Con esa idea te duermes. En tu sueño tu cuerpo vuelve a caer, esta vez la luz se hace presente, pero es una luz con un tinte rojizo, una luz que no puede ocultar que estas en el mismísimo infierno, el calor te despierta, y te encuentras tendido en el suelo, desnudo, ante un hombre majestuoso, que porta un elegante traje de calle. - Su nombre por favor.
-eh disculpe...-Alcanzas a decir, aunque al instante te quedas sin aliento.
-Pregunte su nombre solo respondame por favor- Dice el hombre en un tono uniforme.
-Ariel Manzano.
-Causa de su muerte?
-No lo se..-Nuevamente te ahogas, tu garganta parece tragar fuego.
-Causa de su muerte?
-Me engullo un abismo en mi living.
-Basta de mentir! Digame ahora mismo la causa de su muerte o sera enviado al paraíso.
-Que?? No se porque estoy muerto, y de hecho sigo vivo, si quiere mandarme al paraíso hagalo.
En el mismo instante en que dices esas palabras, apareces en un lugar parecido a un enorme parque. Sin arboles, ni juegos ni gente, solo pasto y luz. el sol no se ve por ningún lado, sin embargo hay mucha luz y calor. Caminas a través del parque y sientes que nunca se termina, nunca cambia el paisaje, siempre se repita una y otra vez, tu nunca te cansas, pasas siglos, milenios, recorriendo el gran parque, una suave brisa golpea tu rostro, y el verde del pasto brilla en tus ojos por siempre. |