escribo,
escribo
dos pasos mas uno son tres
los largos pasos me dan
sentimientos ligeros,
pasados llenos de humo o ensueño
la nada hecha realidad
hay cosas que decir,
escribir es un paso importante
¿puedes escribirme?
¿no sabes escribir?
hace una vida
toque la puerta de la soledad,
hacía un gran frío,
una nube flotaba sobre mi aliento...
escribí sobre el pensamiento
cuando una lluvia interna
bramaba toda mi alma
mi cuerpo vibraba
mi conciencia sangraba
un espejo salió de mis letras
y vi con acierto
un rostro primoroso
era el de un niño perdido
encontrado por sí mismo
en un valle de blanco papel
remendadas con mágicas líneas
con sentido o sin él,
todo estaba en su lugar...
todo estaba vivo
como aquella tarde fría
de muertas soledades...
mi rostro se hizo rostros ya vividos,
escenas compuestas de alegrías, miedos y tristezas,
paisajes vestidos de pasado y de futuro,
soles mezclados con noches sin luna y estrellas...
fue la magia del primo instinto
ya las bandas puestas sobre el suave valle
me hice a un delgado lado
y vi frente a mí
un espacio deleitable
la casa de la gran soledad
vestía cuadros vivos,
fuegos sin colores y asfixiados,
sueños encarnados...
escribí,
escribí como te lo pido a ti
encontrando pasos escondidos,
cuya meta fue el último y primer hogar
como una curvatura…
escribí,
escribí, mucho escribí…
cerré los ojos
y lloré no de tristeza
ni de alegría,
no, no, no...
lloré por el reencuentro
al leer lo que escribí...
san isidro, junio de 2007
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