TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / soyelquequieroser / Para todos (la desgracia de la tortuga)

[C:293456]

Cuenta la leyenda que una vez la tortuga no tenía nada que hacer, quizás un domingo, y por eso salió a pasear por la sabana larga y tupida de Africa. Su andar era lento, tranquilo, a medio dormir. A su lado corrían las zebras perseguidas por los leones, volaban los buitres para morder un pedazo de antílope en estado de descomposición; los elefantes apretaban sus huellas contra el suelo seco, muy cerca de nuestro aventurero, demasiado cerca. No le preocupaba. La tortuga, ya con cien años de vida y experiencias, sabía que nada es pasajero, que todo tiene su final.

En el cielo volaban los pájaros, todo tipo de plumíferos, en un zigzag sin fin. Un cuervo bajó a saludar a la simpática tortuga, amiga de todos.

- ¿Cómo estás tortuga?
- Bien, gracias, pasándola en medio del aburrimiento...
- ¿Quieres venir a una fiesta, tortuga?
- ¡Claro! ¿En dónde?
- En el cielo. Dios ha invitado a todos los pájaros a un banquete. Hoy es nuestro día.
- Olvídalo, cuervo, no puedo volar. Apenas y camino...
- Es cierto, puta madre, en eso no había pensado, pinche tortuga, mira que soy pendejo...

El cuervo sentía vergüenza por tremendo desatino. Quería arreglar la situación. Pobre tortuga, tan amable y siempre con una palabra de ánimo para todos los animales, hasta para las hienas.

Tuvo una idea.

- Tortuga, espera aquí, ya regreso...

Media hora más tarde regresó el cuervo, con un saco lleno de plumas agarrado con el pico.

- Tortuga, hablé con los pájaros y les conté que tienes ganar de venir al banquete. Como les caes bien a todos, cada uno ofreció una pluma suya para que puedas hacerte un par de alas y vengas con nosotros.

- Gracias amigo, es una gran detalle de tu parte- agregó la tortuga, consternada y con una furtiva lágrima en el cachetito izquierdo.

Se hizo un par de alas, chuecas y feas, pero que cumplían su función. A la hora citada se encontró con el enorme grupo de plumíferos bajo la nube más grande cerca del sol. Todos volaban con elegancia y tranquilidad, mientras la tortuga aleteaba desesperada volando de lado y con la lengua de fuera. Los pájaros no se rieron, por solidaridad; sólo los buitres se cagaban de risa, como siempre.

Llegaron a la nube de Dios. Una enormes puertas de oro se abrieron. Los ángeles saludaban a los pájaros y les daban la bienvenida con agua dulce y música de arpas. Música aburrida, pero angelical. Los pájaros se formaron en una fila frente a una mesa en donde los esperaba un ángel burócrata. A cada pájaro le preguntaba su nombre. Curiosamente, el águila no dijo que era el águila cuando le preguntaron su nombre sino contestó que se llamaba "Carne Fresca"... la tortuga observó ese detalle, preocupada.

- Cuervo, les están preguntando por el nombre y contestan algo que nada tiene que ver con ellos...
- Tranquila, tortuga, es un requisito para que no se metan al banquete bichos que no sean pájaros. El nombre es un código. El águila, por ejemplo, siempre come carne fresca.
- ¡Pero yo no soy un pájaro, cuervo! ¡Soy una pinche tortuga con plumas prestadas! ¡Me van a mandar a la mierda!
- No te preocupes, amiga, en eso ya habíamos pensado. Tu nombre de código es "Para Todos", recuerda, así te vas a llamar. Ese nombre te toca porque todos hemos donado una pluma para tus alas y el agradecimiento de tu parte es PARA TODOS nosotros ¿Está claro?
- Si, gracias, pinche cuervo.

Cuando le tocó su turno a la tortuga contestó con naturalidad de mafioso que su nombre era "Para Todos". La dejaron pasar.

En la sala del banquete había una mesa enorme, con un mantel blanco, velas encendidas y flores rojas colocadas a todo lo largo. La música era para bailar. Los pájaros comenzaron a tomar la querida bebida de alpiste fermentado. Después de un par de horas ya estaban todos borrachos; la tortuga también. Cuando los primeros ángeles llegaron con la entrada del menú, gritaron ¡Esto es para todos! La tortuga se levantó de su silla y dijo ¡Yo soy Para Todos! ¡ Yo soy Para Todos! Es para mi... los ángeles y los pájaros se miraron extrañados, sin saber cómo reaccionar. Una voz dura y profunda se escuchó en la nada... ¡EL ES "PARA TODOS", TIENE RAZÒN, ASÍ ESTÁ APUNTADO EN LA LISTA DE INVITADOS! La voz de Dios había dicho la última palabra. Ni modos. Le sirvieron los manjares a la tortuga, que con volar y tomar tenía un hambre de lobo. Frente a las miradas serias de los pájaros devoró sin convidar una sola miga. Luego sirvieron el plato fuerte, y la misma historia: ¡Esto es para todos! Y "Para Todos" se lo volvió a comer solo, sin compartir. Al final de la comida, y de la fiesta, los pájaros ya estaban hartos de la puta tortuga. Se despidieron de Dios y agradecieron su hospitalidad. Antes de irse, cada uno arrancó su pluma de las alas de la ex amiga.

- ¡Hey amigos! ¡Me va a dejar sin alas! ¿Cómo le hago después para regresar a la tierra?

¡Vete a chingar a tu puta madre!, gritaron los pájaros, casi al unísono.

Las puertas de oro se cerraron. Los ángeles se fueron a dormir. En esa nube sin vida estaba la tortuga, solitaria, sin saber cómo regresar a la tierra. Asomaba su cabecita por la orilla y lograba vislumbrar la tierra, lejana, tan segura y mortal a la vez. No sabía cómo regresar a casa. No tenía alas y los pájaros la habían abandonado a su suerte. Pinches pájaros tan resentidos... en ese momento logró reconocer la figura del conejo, saltando por la sabana... ¡Conejo! ¡Conejo! ¡Conejo!... nada. La lejanía borraba los gritos con el viento ¡Puta madre!... Estaba a punto de tirarse al vacío para acabar con la desgracia, cuando llegó el cuervo. La tortuga lo miró, asombrada.

- ¿Ya no estás enojado conmigo?- le preguntó al plumífero, con voz tierna.
- No, pinche tortuga, todos la cagamos de vez en cuando. Vengo para ayudarte a regresar a casa, pero no te puedo llevar porque pesas mucho, con todo lo que te comiste...¿tienes alguna idea?
- ¡Si!, mira, abajo anda el conejo dando vueltas. Ve y dile que coloque todo tipo de cosas suaves para que yo pueda brincar y no me pase nada.
- ¡Claro! ¡Buena idea! Ya voy a decirle...

El cuervo llegó hasta donde el conejo.

- Conejo, escucha, no tengo tiempo para explicaciones, pero hazle un favor a la tortuga. Tú sabes que ella es muy amable y querida...
- ¿La tortuga? ¡Claro!, ¿Qué necesita?
- Está montada en esa nube y me pidió que coloques todo tipo de cosas duras, lo más duras posible, porque quiere hacer un salto mortal y no sé qué más... traté de convencerla de lo contrario, pero ya sabes, cuando se pone de necia, es necia.

El conejito hizo lo que le pidió el cuervo.

En la nube esperaba la tortuga, aburrida. Cuando llegó el pájaro se alegró. No le pareció sospechoso cuando el cuervo le susurró al oído: "Salta para todos".

Saltó. Segundos antes de explotar contra las piedras, fierros, huesos, troncos, espinas, meteoritos, pensó: ¡PUTA MADRE!

Los pedazos de la tortuga se desparramaron por toda la sabana.

El conejo observó la masacre, asustado. No sabía qué hacer... Escuchó una vocecita:

- Pssss, conejo, acá, conejo...

El conejo descubrió la cabeza de la tortuga, cortada de un tajo.

- Pinche conejo, no hay problema, me lo merezco. Hazme otro favor: busca mis pedazos y pégalos con el estiércol de los elefantes.

El pelusa no tenía mucho tiempo, ni ganas -ni la inteligencia necesaria-, así que juntó todo a la carrera y rearmó a la tortuga como pudo.

Por eso, amiguitos lectores, las tortugas, hasta hoy en día, tiene la concha mal formada, caminan con dolor y lloran su desgracia; además apestan a mierda.

Colorín colorado.













Texto agregado el 03-06-2007, y leído por 1377 visitantes. (5 votos)


Lectores Opinan
17-06-2007 La dura?, no me gustó, sorry Poema_de_Amor
13-06-2007 Te voy a suplicar que quites mi foto de tu bio, o atente a las consecuencias. josejulio
05-06-2007 ¿cuántas tortugas dice usted que hay aquí? iolanthe
03-06-2007 Esta fábula es terrible. Esopo estará revolcándose en su cripta. Una pena. alcestes
03-06-2007 Supongo que esperarás que tu fábula me haga gracia. Lo digo por mi condición de quelonio pero también porque desde que aparece el conejo todo el relato se va a la mierda. lady_tortugo
03-06-2007 …En otros términos, la moraleja sería que la tortuga por pendeja (y no por egoísta) terminó cual un guiñapo hediondo y amorfo… Entretenida la historia. scatolocos
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]