Inicio / Cuenteros Locales / Elipoe / Soneto 44: Tu mirada
Injerencia altiva de indigente afecto
llegó tu mirada cual fulgor oscuro
a mi alma herida, corazón muy duro,
dejando la huella de tizón perfecto.
Subyugado al punto de límite incierto
latigando fuerte, formando ataduras
requiriendo impía, razones maduras
a mi actuar sin tino, no parece cierto.
Posados en mí, los rayos fulgentes
de tus ojos tiernos, panal de colores
tan llenos de luz, casi transparentes,
entreveo amor, al mirar no mientes
me inundan de paz, calman mis dolores
resiste el pudor, con uñas y dientes. |
Texto agregado el 03-06-2007, y leído por 191
visitantes. (1 voto)
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Lectores Opinan |
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05-06-2007 |
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¿San Juan de la Cruz? Ah, no, creí haberte confundido con un místico despeinado que escribía sobre Dios. chorizoensalchicha |
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03-06-2007 |
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la coma agrega una sílaba métrica más? MAndril |
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