La calle es una estela que no mengua su síntesis urbana
y el cuarto es una cárcel para la libertad de volar
sin moverse ni un milímetro del cuerpo donde amar es privilegio.>/i>
(Cromascape)
Poema 1
En mi habitación el cielo se ha vuelto inmenso
una gaviota parda hace puerto en tus labios
mi cama es un barco con itinerario incierto.
Esta es la memoria perdida y encontrada,
El cinematógrafo del Chopo, cielo sobre Berlín,
el deseo renuncia a lo etéreo para rodar sus manos.
Sobre tu ágil sombra de trapecista, revelo mi nombre antiguo.
y sin decirle nada a tu corazón, me agoto en su cántaro
hasta el vencimiento de tus ojos desnudos, párpados azules.
Luego fue que asalté tu virtud entre sueños sin escapatoria,
trepidante aroma que llama a todas mis fuerzas, haces de mí
tu morada; denuedo, vencimiento, río tinto corre por mis venas.
De tu mano nace la ruta de mis instintos, eres cicatriz prolongada
depositas aves en los cuatro puntos cardinales.
Vuelvo a recordar. Son los tiempos de limoneros en la vieja casa.
Están también el naranjo y la granada en plena explosión de frutos.
sus semilla reventadas, abiertas, expuestas, compartidas.
Risas felices de niños, rondallas en torno al árbol.
Entonces creo que amarte, es como hacer ronda a un árbol,
que llegar a ti es el recibimiento de la vieja casa
y que mirarte, es mirar al cielo, desde el mismo cielo.
Abajo, la avenida y su gente son una amalgama de sentidos
una estela que avanza y se pierde conforme amanece.
|