Pequeño tigretón,

Duerme a mi lado plácidamente. Está hecho un ovillo. Sus ojitos azules cerrados al mundo, ahora rasgados. Su naricilla rosa constantemente mojada. Sus largos bigotes de gato. Sus largas cejas blancas dignas de un gran sabio. Su boca sellada que tantos mordiscos dió, guarda sus dientecillos bien afilados que prometen meterme otro bocado temprano.


Es curioso y extraño verlo así, tan calmado.


Una gran bolita de pelo.


Sus orejas siguen atentas a cualquier movimiento. Por lo tanto, no debo hacer mucho ruido o despertará.

Su barriguita sube y baja a un ritmo constante. Su pequeño corazón bombea la sangre de la vida.


Su aspecto de trigre dulce, es naranjita. Una cola alargada acaba su aspecto perfecto.


Sus patitas enrolladas, por debajo de su cara, que terminan en unas largas uñas afiladas. Esas sí que dejan marca.


Ese es Masacre.


Ese supuesto gato incomprendido, bisex, que se reproduce por esporas, tiene complejo de perro, usa las bolsas de plastico de capa o bien para quedarse atrapado dentro de ellas, y planea dominar el mundo con su ejército de gatos.


Hermoso pero todo un CABRÓN.