(en el desierto, Fausto caminando junto a Devenir)
FAUSTO: Devenir, ¿como puedes ser tan cruel?
(Devenir mira impasible a Fausto sin pronunciar palabra)
empiezas a aterrarme con la celeridad de tus pasos.
Miedo, y un llanto que no puedo llorar. Caí sobre las ojas secas que tus manos han colocado ávidamente a lo largo del sendero.

DEVENIR: ¿...encontraste lo que andabas buscando?

FAUSTO: He buscado y solo enuentro momentos que se deshacen en palabras al ver que han pasado.
He muerto

DEVENIR: y constantemente estás resucitando.

FAUSTO: Tengo las manos gélidas, lo que toco con el espíritu es hielo hecho con miedo a las sombras de la incertumbre, miedo de saber que todo, todo, tiende a desaparecer, miedo a vivir queriendo no saber que hay mas allá de la próxima curva.

DEVENIR: ¿huyes?

FAUSTO: ...todavía no encuentro la liberación que busco. Y tengo miedo, lloro tinta con las letras de la noche. No duermo, nunca despierto de este sueño en vigilia.

DEVENIR: Son solo excusas que te pones a ti mismo; sigue pasando el tiempo y mueres cada día por temor a la muerte, sufres la agonía que conlleva la sensación de final. Eres humano y pretendes elevarte, pero seguiré cortando tus alas al poner punto a tus vivencias.

FAUSTO: ¡Ah! Si pudiera retener los momentos que tornan la sonrisa en perlas saladas, como las máscaras sobre el telón.

( entran las máscaras del teatro TRAGEDIA y COMEDIA)