Pasó el tiempo...
Corría y corría desesperadamente
El humo negro que consumía
me consumía.
Aun así, seguía aspirándolo.

Las palabras necesarias para despejar el ambiente
Rebotaban como pelotas saltarinas.
No alcanzaron a llegar,
no alcance a escuchar.

Seguía corriendo
Uno dos, uno dos.
Como soldado marchando
hacia una guerra incierta
imposible entonces imaginar
como era el enemigo.

Corre, corre!
Me decía a mi misma
Estaba agotada
Cansada de tanto
Uno dos, uno dos

De pronto...
Diviso una silueta a lo lejos
Tres cuatro, tres cuatro
Falta poco!
Me alentaba a mi misma...

De pronto
Frente a frente,
El enemigo se hizo presente.
Para mi gran sorpresa
y la de muchos
Aquel enemigo inimaginable
Era el reflejo de mi misma...
Era YO.