- He pecado, padre.
- ¿Y con eso qué? Yo también.
- Nada, que entonces somos dos.
- Lástima, me gusta más el número tres.
- ¿Por la Santísima Trinidad?
- No, es el que suelo jugar a la quiniela.
Texto agregado el 31-05-2007, y leído por 288
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