Ronda, la eterna.
Cielo, piedra, silencio.
Antonio Ordóñez torea.
Más despacio...
Cae la tarde, despacio...
Ronda, blanca, y torera.
Ronda, redonda,escucha.
El tiempo se para, más despacio...
Antonio Ordóñez manda.
Más despacio...
Más despacio...
Antonio Ordóñez, rondeño,
escribe
su nombre
en el tiempo.
Abanicos rojos en la
plaza eterna, Ronda
torera,
espera,
más despacio...
Antonio Ordóñez torea.
Va y viene su capote,
y su muñeca,
divina,
manda y torea.
Al fondo, cae la tarde.
Ronda aguarda...
más despacio...
Antonio Ordóñez asombra. |